En el círculo de amistades que me relaciono en Miami existen algunos cubanos que vivieron algún tiempo en Caracas, Venezuela. Aparte de lo que ellos me expresan sobre la Revolución bolivariana, unos a favor y otros en contra, el tema central es el peligro tan grande que corren los médicos cubanos en lugares como los muy conocidos Los Cerros de Caracas, que tienen un alto índice de criminalidad.
Decido viajar a Caracas, Venezuela, en el marco del ‘XVI Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes’, a celebrarse entre el 7 y el 16 de Agosto del 2005. No me invitaron al Festival, pero decidí participar por mi cuenta para comprobar sobre el terreno todo lo que se decía en Miami sobre los Cerros de Caracas y la Revolución Bolivariana.
En horas de la noche llego al Aeropuerto ‘Simón Bolívar’ de Caracas, Venezuela, procedente de Miami, en vísperas de mi cumpleaños, 3 de Agosto. Me hospedo en el Hotel Marriot y desde la ventana de mi habitación, desde un séptimo piso, se me presenta un espectáculo único, los famosos Cerros de Caracas dándome la bienvenida.
Cientos de pequeñas luces anunciaban su triste realidad sobre el Cerro abrazando a Caracas. Detrás de esos débiles destellos, existen historias no contadas y que yo estaba preparado a tocar con mis propias manos, aunque me costara la vida. Este era parte de mi objetivo, entrar a ese barrio inundado de anécdotas y leyendas increíbles, y por supuesto, visitar una de las Postas Médicas de Internacionalistas cubanos en el mismo corazón de los barrios mas pobres, y marginados, de Caracas para oír de primera mano los latidos de su corazón.
En horas de la mañana me dirigí a la sede de la Agencia de Información Internacional ‘Prensa Latina’ (PL) de Cuba en Venezuela, me recibió el compañero Miguel Lozano, Corresponsal Jefe, y su muy amable esposa. Con Lozano compartí algunas horas intercambiando información. Lozano me explicó como marchaba la Revolución Bolivariana, y por supuesto, yo le trasmití como se comportaban los medios de comunicación en Miami, sobre todo la poca información que se recibía sobre el ‘XVI Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes’ donde Caracas en esos días era su sede. Le pregunté por mis muy buenos amigos Javier Rodríguez y Roberto Molina, periodistas de PL, el primero en Cuba y el segundo en Argentina.
A Lozano le comenté sobre mis intenciones de visitar los consultorios médicos cubanos que se encuentran en el corazón de las barriadas de los Cerros, conocidos como ‘Módulos de Barrio Adentro’, donde le dan asistencia a los vecinos que allí viven. Los médicos Internacionalistas cubanos asisten no solo a las personas en estos Módulos, sino también los visitan en sus casas bajo un programa de atención de Salud al que lo necesite de forma gratuita.
Debo ser lo mas sincero posible. Cuando le comenté a Lozano que visitaría los Cerros, me recomendó tomara todas las precauciones posibles cuando entrara a ellos. En su recomendación, no me percaté muy bien de lo que quería decirme. ‘Marcos, trata de que te acompañe el chofer del carro que rentaste en el hotel, porque tu no eres un cubano de la Isla, sino de Miami’. Eso lo vine a saber mas tardes, ya les comentaré.
En mi despedida, le solicité a Lozano me consiguiera una entrevista con algún Directivo de la recién creada Cadena Internacional ‘TeleSur’, con sede en Caracas, para conocer de primera mano su estructura y funcionamiento.
Temprano en la mañana recibo en mi habitación una llamada de Lozano, informándome que el Compañero Jorge Botero, Director de Información de ‘TeleSur’, me iba a recibir de inmediato. No tardé en llegar a las Oficinas de ‘TeleSur’.Me recibió el Compañero Botero, dispensándome un excelente trato, informándome de como se estaba desarrollando la Cadena Internacional ‘TeleSur’, incluso, acordamos establecer una Oficina desde Miami bajo la Licencia de nuestra Agencia de Información ArgosIs-Internacional, carta que aparece en nuestros Archivos y que por cuestiones ajenas de nuestra voluntad no pudimos concretar con lo acordado.
De regreso al Hotel, le comento a Ronald, el chofer, que necesitaba salir temprano al otro día, para visitar una de las postas médicas de cubanos en los Cerros, y me respondió, ‘Marcos, yo le llevo a una de las entradas donde queda cerca uno de los Módulos de la Misión Barrio Adentro, que alberga a médicos cubanos, pero yo no puedo subir con mi carro, ni tampoco puedo dejarlo parqueado sin protección, yo le indico como llegar, es fácil, no obstante, le aconsejo que tome todas las precauciones posibles, porque en esos cerros hay algunos que no creen ni en su sombra’
Así mismo sucedió. Subo los callejones estrechos de casitas coloradas a ambos lados, dejando poco espacio para cruzarme con otros.No hay muchos transeúntes a esta hora del día. Acaba de pasar por mi lado una abuelita con dos bolsas de comida. El sol ardiente ahuyenta a la gente a sus casa. Un vendedor me saluda haciendo una seña con su cabeza.
Los colores de las casas, las flores en la ventana y dos niños riéndose en voz alta me dan la bienvenida mientras subo paso por paso lentamente como un barquito andando rio arriba. Cuando me volteo para descansar me llega una vista espectacular, el valle lleno de techos irregulares y callejones tratando de buscar su camino hacia la avenida, y unas chiringas en vuelo rasante escapan del caos abigarrado de las casas.
En estos barrios marginales de Caracas viven alrededor de un millón de personas. Son lugares hostiles e invivibles, según muchos... Pero entrando por el barrio, veo la belleza que tiene a pesar de sus dificultades.Me encuentro con la posta médica, pequeño edificio que parece de recién construcción de dos plantas con grandes ventanas.Una cerca me impedía la entrada.En alta voz solicito me den permiso para entrar… Sale de la casa un joven que me pregunta que deseaba.Le explico, más o menos, cual eran mis intenciones… El joven bien confuso solo atinó a preguntarme ¿‘en que parte de Cuba tu vives’?, ¿‘de parte de quien vienes’?.Cuando le respondí que era cubano pero de Miami, dejo de caminar hacia mi. Pero en un breve intercambio de comentarios, me concedió la entrada a la Posta Médica…
El joven que me recibió no era medico, sino Licenciado en Educación Física, y su Misión en Venezuela era la de Instructor en Deporte, otra Misión de las tantas que benefician a los mas pobres en toda Venezuela. La esposa de este joven era la medica, y de casualidad yo lo había encontrado ahí porque la estaba visitando. No es común encontrar matrimonios en misiones internacionalista, según el joven fue coincidencia que ellos estén compartiendo misiones diferentes en el mismo país…
Cuando logré entrar al consultorio, traté de llamar a la Oficina de Prensa Latina para que Lozano me recomendara con ellos, con la idea de relajar el ambiente, pues tanto el joven y su esposa los sentía un poco tenso con mi presencia. No fue necesario, ellos no me permitieron llamar a Lozano por teléfono.Y con ellos, luego de tomarme un vaso de agua bien fría por el sofocante calor, y una buena taza de café cubano, empezamos un dialogo que solo yo conoce lo que disfruté esas dos horas que tuve de conversación con tan hermosa pareja de compatriotas, en un día de verano y en el centro de uno de los lugares que mas llevaba en mi mente, los Cerros de Carcas.
Por lo tan mencionado que son los Cerros de Caracas, no por su tan elegante estructura arquitectónica, sino por sus espeluznantes historias, mi pregunta fue ¿ustedes no tienen miedo trabajar aquí? La respuesta me desnudó como al imbécil que busca oír otra historia mas de terror sin antes conocer la otra versión.
- …‘Marcos, te contaré una historia, y espero que luego conozcas bajo que condiciones de seguridad trabaja nuestra gente aquí en Venezuela’.
- …‘Regularmente cuando visito el centro de la Ciudad, por alguna gestión que necesito hacer, tanto para ir como para regresar, cuando no puedo lograr montarme en un camión, pido ‘botella’ al que vea posibilidades que pueda ofrecérmela’
- …‘Un día entre semanas, viajé al centro de la Ciudad, y de regreso, una camioneta me facilita, junto a otros venezolanos, montarme detrás. La camioneta bordeando los cerros por una carretera estrecha y con algunas curvas, la detienen cuatro asaltadores de caminos con pistolas en mano… De inmediato me vino a la mente mi familia, aseguraba que ese era mi final.Nos bajaron a todos de la camioneta. Nos dieron golpes y empujones de todo tipo. Los malhechores se sentían nerviosos. Nos pedían el dinero, la cartera, las prendas, en mi caso solo mi cartera con mi identificación y un reloj recién comprado. Pero nada me interesaba, solo mantenerme con vida. Nos tiraron boca abajo sobre la orilla de la carretera. Y nos pidieron a todos que pusiéramos las manos detrás y cerráramos los ojos. No tardaron unos minutos cuando uno de los asaltadores me llama por mi nombre.Marcos, te podrás imaginar cuantas cosas le pudieran pasar por la cabeza a uno que está en ese instante, prácticamente, sentenciado a muerte. Grité con terror, soy yo… El asaltante me pidió que me pusiera de pie, y mirándome en forma amenazante, me preguntó, “¿de lo que tengo en mis manos que es tuyo?”. Le respondí que solo el reloj y la identificación que él llevaba en sus manos. El asaltador me entregó mis pertenencias, y me dijo: “te salvas porque eres cubano, así que tome ese camino corriendo y sin mirar hacia atrás piérdase, y usted perdone lo que le sucedió”’
- …‘Corrí cuesta abajo y sin mirar atrás llegué al albergue de deportes con el corazón en la garganta y la lengua afuera’
Agregarle una nota más a esta anécdota de un cubano cumpliendo Misión Internacionalista en uno de los barrios mas peligrosos de Venezuela, es emborronar esta hermosa historia, que la resumo diciendo que Cuba tiene un gran corazón. El pueblo cubano es un gran pueblo y respetado en el mundo entero por su entrega solidaria y humanitaria sin pedirle nada a cambio al país que ayuda.
Lamento muchísimo no tener los nombres de estos dos Compatriotas. Si un día, por casualidad, le callera en sus manos esta Crónica, por favor, que se comuniquen con la Agencia de Información ArgosIs-Internacional para agregar sus nombres, aunque su historia ya está plasmada y publicada.A ellos, a los demás, al pueblo cubano y a los que cumplen Misión Internacionalista, mis respetos y admiración.
Los pasos de Cuba a favor del tercer mundo tienen un nivel oficial; una política de Estado, pero también, y sobre todo un nivel individual; es decir, convicción y vocación de las personas, que tiene también un componente cultural y político en cada individuo… El internacionalismo como actuación social en los cubanos se ha legitimado a través de los años con la participación activa o pasiva, en el frente o en la retaguardia, con el fusil o con cascos o batas blancas de hombres y mujeres como clase social.En Cuba cuando se habla de internacionalismo se habla de pueblo y quien dice pueblo en Cuba dice sociedad.
De Miguel Lozano, Corresponsal Jefe en ese entonces de PL en Venezuela, y de su muy amable esposa, guardo los mejores recuerdos y agradecimientos.
Aprendí sobre el terreno que los más humildes saben ser agradecidos.Y sí, los Cerros de Caracas no dejan de ser peligrosos pero no para los Internacionalistas cubanos.
*Marcos Jesús Concepción Albala… (Trinidad/Casilda, SS, Cuba)… Reside en Miami, Florida, Estados Unidos… Licenciado en Gestión Comercial Internacional… Miembro de la ‘FELAP’ www.felap.info - Director de la Agencia de Información ArgosIs-Internacional… @: [email protected] - [email protected] - WEB: www.argosisinternacional.com – http://espanol.groups.yahoo.com/group/ArgosIs-Internacional