El costo de subirse a un mototaxi varía según el lugar donde lo agarre. En Usaquen vale 2.000 pesos, en la autopista, debajo de la 175, el costo llega 1.500. Dependiendo de la urgencia que tenga el conductor se pueden meter 3 o 4 personas en uno de esos vehículos. Algunos hacen un ruido infernal, que son los que tienen batería, otros se valen solo de las piernas de un empleado que, por lo general, debe hacer mas de 30 viajes al día para poder ganar algo. El dueño de estos bicitaxi que ven en este video se llama Enrique Beltrán y hermanos. Ninguno paga SOAT ni seguro alguno. Esto quiere decir que si usted se llega a voltear en este aparato nadie responderá.
Hay sectores del norte de Bogotá que se transforman en un verdadero pandemónium vehicular por culpa de los bicitaxis, incapaces de cumplir con los estándares de velocidad que tienen, pues generan el taco monumental de la hora pico, que es el momento preferido para ellos moverse.
En vista del furor que causa este medio de transporte decidimos indagar bien al norte de Bogotá sobre cómo es el negocio, sus incomodidades y el verdadero problema que genera para el usuario y, sobre todo, para el tránsito de una ciudad que se ahoga en su propio hollín.