La reciente decisión de la Corte Constitucional de permitir el consumo de la dosis mínima en espacio público (no solamente en parques como ciertas personas lo hacen ver para enardecer a unos cuantos) ha causado el revuelo que ya hemos visto, que parece de poca altura.
A continuación expongo mis argumentos de por qué es más beneficioso para el contexto social la legalización de la "yerba maldita" dejando claro de antemano que no soy consumidor.
1. Actualmente, la Policía es la única encargada de su control y persecución, pero si fuera legal, tendría que haber vigilancia por parte de otras entidades como el Invima, algún gremio de agricultura y hasta alguna superintendencia para ejercer su control de producción y distribución, es decir, darle dientes a otras instituciones para que sean más estrictas a la hora de su venta.
2. Al contrario de lo que se afirma, no aumentaría el número de consumidores, solo los visibilizaría puesto que se puede crear una base de datos para controlar que cada cliente pueda adquirir una cierta cantidad una o dos veces por mes. Al ser distribuida en establecimientos, pasaría de costar cinco mil pesos en la esquina a tener un precio de cincuenta mil pesos, por lo que no todos tendrán ese poder adquisitivo.
3. Se puede establecer por norma que estos establecimientos deben estar lejos de colegios y universidades, reduciendo un poco el control de las llamadas "ollas de expendio". Y como todo negocio que debe pagar impuestos, se recolectarían dineros que podrían ser usados para dictar campañas de sensibilización en centros educativos para prevenir el consumo de drogas en jóvenes, por lo que el dinero de los contribuyentes no se gastaría en operativos.
4. Sabemos que hay personas que conducen bajo los efectos del alcohol, ¿pero tenemos idea de quiénes manejan bajo los efectos de la marihuana? La respuesta es no, porque no existe el método para determinarlo. Un policía de tránsito no podría hacer un juicio valorativo de quién lo está haciendo, por lo que habría que incentivar la creación de un método de detección de los conductores que van tras el volante bajo efecto de la marihuana, algo que sucede más de lo que imaginamos, y así evitar que pase esta peligrosa actividad que no solo compromete al conductor sino también a los demás actores viales.
5. La antes mencionada base de datos para registrar los posibles consumidores ayudaría bastante, puesto que para ingresar a esta se crearía un formulario de inscripción con bastante rigurosidad para evitar que cierta población acceda a su venta como los menores de 21 años y personas con antecedentes penales por narcotráfico. Además monitorear a los consumidores más frecuentes para prestarles ayuda y orientación médica si así lo requieren.