Desde hace siete años Eduardo Ortiz había sido denunciado por abusar sexualmente de sus hijos biológicos. Pagó dos años de cárcel pero quedó libre. Luego se volvió a casar y se fue a vivir con su nueva familia al barrio San Martín de Bogotá con una mujer que tenía dos hijas. La señora sospechaba de su esposa no sólo por sus antecedentes sino por su comportamiento. Un día que el hombre llegó borracho le quitó la ropa y se la iba a lavar cuando notó que en uno de los bolsillos de su pantalón tenía el celular. Lo que vio en él la perturbó: Eduardo grababa las violaciones que le propinaba a sus dos hijastras. En los videos las niñas lucían torpes, enajenadas: el hombre las drogaba antes de acceder carnalmente a ellas. Inmediatamente la mujer llamó a la policía quien lo detuvo inmediatamente.
El hombre aceptó los cargos y reconoció que durante dos años violó a las niñas sistemáticamente. Además a las menores las contagió de Sida. Esta es la historia completa que contó Noticias Caracol.