Miles de los fallecidos en Madrid fueron ancianos, con vidas descuidadas en las residencias para ancianos españoles. Con la ola de privatización, los asilos se volvieron un negocio de empresarios inversionistas, entre los que se encuentra Florentino Perez, el dueño del Real Madrid, un duro en el negocio inmobiliario en España y con cuestionados negocios tambien en Colombia.
Las residencias para ancianos, asi como muchas guarderías donde tambien tienen intereses, son solo un renglón de negocio. Y en esa lógica, entre menos la inversión mayor la ganancia. Por cuenta de esta ecuación de costo beneficio y rentabilidad, los asilos estaban sobrepoblados, desatendidos por personal mal pagado e impreparado, con lo cual se convirtieron en un dramático foco de contagio en una ciudad asolada por el coronavirus en los temibles marzo y abril pasados. El 40% de los cuidadores terminaron infectados.
De los 426 ancianatos, sólo 25 son públicos. Los demás negocios de particulares. La crisis venia desde antes de la pandemia, pero el COVID 19 no solo la agravó sino que los convirtió en campo de dolor y de muerte. . El Partido Popular que está al frente del gobierno regional de Madrid no dotó de medicinas ni de médicos a estos hogares como lo había prometido. También tardaron demasiado en implementar una cuarentena preventiva. Pero en la mayoría de los casos ya hay investigaciones por negligencia criminal en al menos 60 centros de Madrid.
Con el marcador de la muerte galopando en las calles de Madrid el gobierno local por fin decidió actuar el 9 de abril. Por eso tomó el control de las 13 residencias en donde se concentraba el mayor número de muertes, entre ellos estaba el Centro Alzheimer de la Fundación Reina Sofía, de propiedad de Florentino Pérez.
Ya en el 2019 esta Fundación había despedido a tres cuidadores que denunciaron la falta de suministros básicos y unas condiciones de trabajo insalubres. Asimismo, los sindicatos denunciaron la reducción unilateral de los sueldos de los cuidadores de ese centro, y de los otros dos centros públicos que posee en la capital.
Se entusiasmo con el goleador colombiano, pagó millones y después lo despreció enterrándolo en la banca
La historia de Florentino Perez en Colombia tampoco lo deja bien parado. Desde julio del 2014 cuando por una decisión suya decidió comprarle al Mónaco el pase de James Rodríguez por una cifra superior a los 80 millones de euros, todo un record en el fútbol colombiano. Su empresa constructora ACS tiene contratos en el país. Incluso el Congreso colombiano le impuso en el 2013 la Orden de Caballero. Su viaje en el 2013 a Colombia fue un buen pretexto, más cuando Florentino Pérez estaba cocinando un negocio de 700 millones de euros para su empresa ACS (Actividades de Construcción y Servicios): la doble calzada Conexión Pacífico Medellín y Bolombolo, una obra 49 kilómetros, 42 puentes y dos túneles con la que se pretende reducir a 7 horas la ruta Medellín – Buenaventura.
Logró esta concesión por 25 años tras derrotar a sus coterráneos Sacyr y OHL, y a la brasilera Odebrecht. Menos de dos meses después tendrían entre su portafolio de negocios la conexión Mulató-Loboguerrero-Cali a través de su filial Acciona. Quiso quedarle con la concesión por 945 millones de euros para la recuperación del río Magdalena pero el músculo financiero y político de la llave Luis Carlos Sarmiento-Gerlein-Odebrecht, lo derrotó.
Pero fue la dramática huella de la pandemia que dejó miles de contagiados y muertos, la que puso al descubierto el meganegocio de Florentino Perez con los servicios sociales esenciales en España. Es propietario de 61 residencias para ancianos. administra guarderías públicas, servicios de limpieza y de catering para hospitales, albergues para personas sin hogar y para mujeres maltratadas, centros de día para personas discapacitadas, y emplea a miles de cuidadores para gestionar los servicios municipales de asistencia domiciliaria en ciudades como Madrid o Barcelona.
Clece es la empresa española que más se ha beneficiado de la subcontratación y privatización de los servicios sociales en España. Todo para obtener beneficios. Esta búsqueda desaforada por ganar dinero llevó a que sólo en el barrio obrero de Leganés, donde funciona uno de sus hogares, murieran 96 personas por Coronavirus. En los últimos tres años sólo esta sede le ha dado ganancias a Florentino Perez por un monto superior al millón de euros.
Sin embargo lo peor de todo es el dinero que se ha hecho con la salud. el Hospital Puerta de Hierro, fue construido por una de las filiales de ACS. Cuando sobrevino la pandemia del coronavirus, se descubrió que el gobierno de la Comunidad de Madrid estaba pagando por 135 camas en el Hospital Puerta de Hierro que no existían. El hospital nunca llegó a entregar el número de camas que había prometido, aunque sí siguieron contando para calcular la financiación pública que estaba recibiendo.
El rostro de la muerte en España se ocupó de revelar la descomunal codicia de empresarios españoles que como Florentino Pérez no duda en arriesgar la vida de la gente, y de personas tan vulnerables con los ancianos en soledad, con tal de multiplicar su fortuna
*Información tomada de Diario.es