El Mercurio del domingo 24 de febrero de 2019 titulaba Venezuela: una convicción legítima. El artículo estaba dedicao a a justificar la presencia de Sebastián Piñera "en frontera ajena" y de su par colombiano (Iván Duque) en el concierto Venezuela Aid Live, llevado a cabo en Cúcuta... léase bien, Aid Live.
Ese espectáculo, organizado por el multimillonario británico Richard Branson y respaldado por Washington (o mejor dicho por órdenes del que hoy entrega el mandato, pero no sé dejará ver), iba a ser un preámbulo festivo al intento de ingreso de ayuda humanitaria por la frontera colombiana, buscando con ello precipitar el derrocamiento del mandatario venezolano Nicolás Maduro... léase bien, la invitación al Oasis Latinoaméricano.
Mejor dicho, el legado Trump para Chile es una migración descontrolada que deja del 1° de enero a la quincena más de 10.000 indocumentados y un tufo amargo por la relación de Guaidó con el poderoso narcotráfico colombiano...
Adiós, Trump. Tu legado deja en la frontera sur de Latinoamérica una imagen que nunca pensé ver...