Cuando el papá de Jorge 'El patrón' Bermúdez se retiró del fútbol la familia Bermúdez Morales pasó hambre. 'El hacha', como le decían al jugador del Quindío, que comparte nombre con su hijo, no guardó un solo centavo del sueldo que se ganó durante los 16 años jugando al fútbol.
Por aquellos años de pobreza, fue que Jorge Bermúdez, a los 12 años, decidió que le apostaría al fútbol como la alternativa para ganarse la vida. Era su única salvación. Trabajaba en la tipografía de un tío para conseguir algunos pesos con los que se iba a entrenar. Llegó a jugar descalzo porque solo tenía un par de zapatos, eran los del colegio, y no podía dañarlos pegándole a una pelota día y noche. A jugar descalzo le debe la fortaleza de sus tobillos y la potencia de su pegada. Cinco años después, a los 17, llegó el debut en el Deportes Quindío, el equipo de los amores de su padre.
Cuando el profesor Gabriel Ochoa Uribe lo vio quedó encantado de su fuerza para y se lo llevó para el América de Cali, donde se formó como uno de los mejores defensores centrales de Latinoamérica. En el equipo caleño duró cinco años, antes de irse para Argentina y convertirse en líder e ídolo del Boca Juniors, en el que marcó 16 goles en los 165 partidos que jugó con aquella camiseta. El defensa central Jorge Bermúdez se ganó el apodo de patrón por su liderazgo y seriedad en la cancha. Al equipo al que llegaba se convertía referencia.
Antes de retirarse en el equipo en que inició, en 2007, pasó por el Pereira y Santa Fe, dos equipos ecuatorianos, el Olympiacos de Grecia, el Benfica de Portugal y un par más de Argentina. En total jugó 650 partidos y marcó 41 goles durante toda su carrera.
Como técnico, trabajo en el que quiere terminar la mayoría de jugadores, no le fue bien. Dirigió al Pasto, al América, y al Defensa y Justicia, un equipo de la Primera B Nacional de Argentina, de donde fue despedido por malos resultados.
Hoy en día, luego de intentarlo también como comentarista deportivo para ESPN, es parte del consejo directivo de Boca Juniors, el equipo donde se convirtió en ídolo durante los cuatro años que estuvo en el equipo Xeneize. Bermúdez decide quien entra y quien no al equipo, es el jefe de las inferiores y sus ordenes tanto como sus ideas se respetan porque es tan patrón por fuera de la cancha como lo fue adentro.