La política y la religión, han demostrado a lo largo del tiempo, qué son una mezcla extremadamente peligrosa para el pueblo. Cuando los "principios" religiosos priman por sobre la objetividad, en la toma de decisiones del poder ejecutivo o legislativo, en la mayoría de los casos perjudica directamente a los ciudadanos. Los casos, en la historia son cientos.
En "el país de la moral integral", como llamo usualmente a mi querida Colombia, qué tanto extraño, el numero de personajes que han reunido estos dos factores, en un mismo frasco, son muchos, como era de esperarse; pero en esta oportunidad, solamente me centrare en uno de ellos. El nombre del personaje al que haré referencia en esta columna, es: Édgar Espíndola Niño.
Este líder político-religioso, es ampliamente familiar para mí, puesto que es uno de los caciques electorales del departamento de mis amores: Boyacá. El Ingeniero Geólogo, egresado de la UPTC, fue concejal y alcalde del municipio que llevo grabado en el alma: Sogamoso. Este distinguido caballero, es actualmente el Segundo Vicepresidente del Senado de la República.
Por estos días, el pastor de la Iglesia Pentecostal Unida de Colombia, llena sus discursos (políticos o religiosos, cada vez mas difíciles de desligar), de méritos propios para ser reelecto por el pueblo colombiano, uno de ellos y el que mas me llama la atención, es el factor de vanagloriarse con ser el único de los congresistas electos por el pueblo boyacense, en su mayoría, qué no aparece en la lista de involucrados en el denominado "Carrusel de la reelección". Así es, aunque no se pueda creer, la cuna de la libertad esta representada por personajes de ese calibre en la corporación.
Por desgracia para este HP (Honorable Parlamentario), como abrevia Édgar Artunduaga en sus libros a los HP de este país, somos varios los colombianos que no padecemos de Alzheimer. Seguramente, esté HP ya olvidó lo que hace menos de un año fue un escándalo para el. Pero yo con gusto, se lo recuerdo a mis fieles lectores.
Debido a la crisis carcelaria, qué aun existe en nuestro país, el ejecutivo presentó una propuesta a través de la carpeta de Justicia, ante el congreso, al Código Penitenciario; por su parte, el HP boyacense, respondió con una propuesta fresca, útil y coherente qué se llevó los aplausos de muchos. Unos días después, y para sorpresa de muchos, una gran parte de la población colombiana conoció la faceta de "Pastorcillo mentiroso" del Senador. El proyecto de ley, era un plagio casi literal de un documento creado por el Grupo de Interés Publico y la Relatoría de Prisiones de la Universidad de Los Andes, creado de la mano con el Ministerio de Justicia. Por supuesto, este HP negó enfáticamente conocer el proyecto que "plagió" ¡Háganme el favor!
Con esta prueba, tangible por demás, del alcance de las mentiras y burlas de este HP, queda claro qué su integridad es realmente discutible. ¡Quiso vernos la cara de estúpidos a todos!
La verdad, pienso que a el le importa muy poco este tipo de escándalos ¿Saben por qué? Simple, el cuenta con una corte de aduladores. Es casi un Rockstar. En sus discursos (políticos o religiosos, difícilmente diferenciados), esta acompañado, tras cada frase, del estallido de las palmas de sus fieles. Ellos, con una venda del tamaño del Amazonas sobre sus ojos, no ven con objetividad las "propuestas" (si es que son propias), de su líder. Por esto, en el 2010 llego al Capitolio Nacional con mas de 42 mil votos.
En suma, este HP, es el ejemplo mas reciente de cuan grave puede ser, votar por una persona que nos llene en otros campos de la vida, como en está oportunidad, el campo espiritual. Su reelección esta mas que asegurada, su movimiento político-religioso cada vez toma mas fuerza. Simplemente quiero decirles, con todo el respeto, una frase que siempre me decía mi madre, cuando yo era un niño y adolescente: Después no se vaya a estar quejando.
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