Miles de colombianos viven el paseo de la muerte para conseguir la prueba que les confirma si son o no positivo para coronavirus. Este es el caso de Javier, lo llamamos así porque pidió proteger su identidad para dar su versión. Desde que empezó a presentar síntomas, ha vivido un verdadero calvario para poder obtener una prueba.
“Desde que empecé a sentir los síntomas he llamado a mi EPS, a las líneas de atención que tiene la alcaldía, la gobernación y el gobierno y no he podido porque me dicen que prácticamente me tengo que estar muriendo para que me hagan la prueba. Vivo solo y no puedo salir porque me da miedo contagiar a otras personas, no sé si tengo el virus en este momento en mi cuerpo, tengo todos los síntomas y he estado en contacto con personas que dieron positivo”, dijo el paciente.
En el territorio nacional se han realizado aproximadamente 120 pruebas por cada 100 mil habitantes. Pero llegar a tener una de estas no es nada fácil, ser trasladado de un lugar a otro, realizar llamada tras llamada, genera más ansiedad en la gente por el miedo al contagio de este enemigo invisible.
“Con todo el miedo del mundo me tocó ir hasta el hospital, salir de mi casa, sin poderme mover casi por el dolor en los huesos, en las articulaciones y la somnolencia por los síntomas. Me toco ir hasta el médico y este simplemente me dijo que es una gripa normal, váyase para su casa, no pasa nada”, agregó.
Este tipo de incuria genera impotencia y agravios en las personas solicitantes de la prueba. Para Jesús Albrey González, abogado especialista en salud, estos procedimientos por parte del personal médico, son sancionables.
“Si la persona tiene un daño en su salud, su integridad, su vida, claramente estamos ante una negligencia del acto médico que debe ser sancionada”, aseveró González.
“Por esto, el llamado al cuerpo médico es a no tener consideraciones de tipo administrativo o institucional que afecten su criterio y su autonomía médica. Debemos precisar que el médico tratante que haga el contacto inicial con el paciente tiene toda la autonomía para determinar si ordena o no la prueba”, añadió.