Para que los integrantes de Pescao Vivo lograran un cupo en Rock al parque, tuvieron que participar en una eliminatoria junto a más de 400 grupos de toda la capital, pasar por un filtro que dejaría sólo a 29 semifinalistas; hasta ser escogidos por trece jurados como una de las 10 bandas distritales que estarán en el festival.
“Siempre hemos sido una banda que se sale de los esquemas, que no encajamos ni en uno ni en otro mercado, ni en lo comercial ni en la escena góspel, no ha sido fácil llevar un mensaje en ambos mercados, siempre hemos nadado contra la corriente, pero bajo el cauce del amor y la esperanza con sonidos nuevos”, dice Giovanni Olaya, líder de Pescao Vivo.
Pero estos artistas también tienen una historia de lágrimas, calle y asfalto tras sus guitarras e instrumentos. Pescao Vivo no nació en una iglesia cristiana como se cuenta. Giovanny, vocalista y líder de la banda, arquitecto de profesión y actualmente esposo de una de las modelos más reconocidas del país, Vanessa Garzón, tiene una inquietante vida que contar, incluso, parecida a la de los cantantes de las bandas que tanto los han criticado por su participación en Rock al Parque.
Pescao Vivo nace en ‘el Rancho’, bajo la mugre, en el dolor de una familia humilde, víctima de las drogas. Un día Giovanni Olaya, o ‘Gio’ como le dicen sus amigos, salió en búsqueda de su hermano menor, Iván. Era una tarde fría y gris en Bogotá. Iván, quien estaba consumido por el flagelo de las drogas, era el destino de una canción que le había compuesto Giovanni. El compositor quería contarle que él era su inspiración. Pero aquel día, como muchos otros, Iván andaba perdido en alguna olla de la ciudad y fue imposible encontrarlo. Por aquella época Giovanny asistía eventualmente a Casa sobre la roca, iglesia donde compartía asiento con el hoy gran futbolista Falcao García.
—Siempre quise que mi hermano tuviera el mismo interés de ir a la iglesia como yo, pero fue reacio y poco a poco se convirtió en el motivo de lágrimas dentro de mi familia. Me le acercaba para leerle la biblia, pero su rechazo era inminente. Sin embargo, noté que Iván usaba camisetas de rock, negras, una que ya olía a pescado de la mugre que cargaba. Entonces pensé en aprender a tocar guitarra y cantar alguna de las canciones de la iglesia a la que yo asisto o de los cantantes cristianos más reconocidos de aquel entonces para que mi hermano me prestara atención y conociera el amor de Dios, en quién he encontrado todo un propósito de vida para transformar corazones.
Giovanni, preocupado por Iván, había logrado un reportorio musical con las historias de David, Moisés, Abraham y casi todos los personajes de la biblia. Bajo el silencio de su habitación, un día apareció su hermano. Al entrar vio a Giovanni tocando guitarra. Ese sería el mejor momento que habían compartido durante los cortos años de vida.
—Uy Giovanni, loco ¿usted sabe tocar guitarra? ¡Enséñeme llave!
Fueron las palabras del hijo menor de la humilde familia Olaya, y las más gratas para quien estaba dispuesto a darlo todo por rescatar a su hermano de la drogadicción.
— ¡Claro! Escuche estas tan bonitas: “Bueno es Dios, siempre fiel…” —empezaría a cantarle Giovanny.
—No brother, qué pereza esa música, enséñeme a tocar guitarra que yo quiero es tocar música de verdad: Pink Floyd, Rolling Stones ¡esa sí es música! —le replicaría el rebelde Iván.
Giovanni no sabía de qué hablaba pues lo que él escuchaba era solo música cristiana, pero no le importó lo dicho, solo quería atraer la atención de su hermano, así que persistió por meses, sin embargo Iván siempre rechazó las alabanzas de Giovanni. El intento fue fallido, Iván no volvió acercase a su hermano.
Era un domingo de iglesia, de esos donde la temporada de vacaciones hace que pocos quieran dejar sus camas, pero Giovanni sería despertado por un grito de su mamá.
—Giovanni, levántese a ayudar a barrer, que esta casa se cae del mugre y nadie hace nada!
Esa sería la frase inspiradora, que vendría de una musa singular, una mujer que con una escoba en la mano crió a sus hijos bajo el amor y la fe de Cristo. Para Giovanni no fue muy difícil escoger que hacer ese domingo, si tomar la escoba o la guitarra para componer un sonido que acompañara la genial frase de su madre, frase usada muchas veces en los hogares colombianos y latinoamericanos. Giovanni, entonces, como en una epifanía se le aparecía el arranque de una canción que mucho tiempo después sería éxito en Colombia.
“Pal’ rancho tu amor, pa’ mi corazón sólo tu calor…Mi casa se cae del mugre, si TÚ no la ordenas se me hunde, mi vida se arruina, se pudre, si no estás conmigo se sufre…”. Empezaría a cantar el novel artista.
A los pocos días aparecería Iván en el cuarto de Giovanni, con rasgos de indigencia, demacrado y más distante que nunca.
—Iván, le compuse una canción que le puede gustar ¡escuche!
—No Gio, que pereza usted con esa música religiosa, ya estoy mamao, ya me sé la historia de Moisés, David y todos, no quiero.
—No. ésta es diferente escuche: “Mi casa se cae del mugre, si TÚ no la ordenas se me hunde, mi vida se arruina se pudre, si no estás conmigo se sufre…” —volvería a entonar el insistente Giovanny.
—Brother, ¡qué canción tan kolina!
— ¿Qué significa “kolina”?
— ¡Uff loco! que está buenísima, pasadísima, chidísima, fullísima. Cántela otra vez.
Giovanny por fin había logrado impactar a su hermano. Pero aún así, Iván seguía cada día sumergido en la marihuana, pegante y otros alucinógenos. La madre de los hermanos Olaya, una mujer líder y espiritual, a quien muchos buscaban para un consejo, se sentía devastada por la situación, pero veía en Giovanni un joven con el don de cantar y componer. Por ello, le propuso que salieran al parque donde se la pasaba Iván y sus amigos drogadictos para llevarles de nuevo la canción, pues quizá ahí lo podrían hallar para persistir que se alejará de los vicios que acababan no sólo con los sueños de Iván, sino el de sus amigos.
‘El rancho’ tenía una letra propia, universal, con rasgos macondianos dirían algunos, con dichos de hogar, de calle y un sonido colombiano guiado por una guitarra que retomaba en las manos de su autor elementos del folclor colombiano. Fue así como ‘Gio’ decidió, aceptar la propuesta de su madre con el miedo al ridículo frente a los amigos de su hermano, a los cuales también temía que lo robaran, porque ese era el oficio para comprar drogas.
La respuesta fue la misma de su hermano, asombrados quedaron todos los demacrados jóvenes de ese parque quienes escucharon la canción de ‘Pescao’ y emocionados aplaudían mientras pedían que la cantara de nuevo, pues la canción era muy ‘kolina’.
En aquel parque de un humilde barrio de Bogotá nacería el primer club de fans de Pescao Vivo, jóvenes que luego de escucharla le manifestaron que la canción era muy pegajosa y la letra les parecía bonita y les despertaba muy buena energía. Entonces Giovanni no tardó en hablarles del mensaje de la canción.
—Esta canción no va dedicada a la muchacha de servicio que no limpió la casa o la descuido, no. Es una parábola que habla que el rancho es nuestro cuerpo, nuestra vida, y la mugre son las drogas, la envidia, el rencor, la mentira y todas las cosas que destruyen a las personas, pero que existe alguien que entra a tu rancho, a tu casa, a tu vida, a tu corazón y te saca el mugre, te limpia, te restaura, ese alguien se llama Jesús.
Los presentes quedaron impactados, en especial Iván. El grupo de drogadictos le dijeron a ‘Gio’ que querían conocer de ese Jesús que él hablaba. Que deseaban ser limpiados por dentro. Algo muy fuerte empezó a cambiar a Iván, se olvidó por completo de las drogas, dejo de robar, y empezó a estudiar clases de guitarra y se transformó en un joven con sueños en la música y agradecido con el Jesús que empezaba a conocer.
“Las drogas fueron un viaje fuerte, destructivo, que casi acaba con mi vida y la tranquilidad de mi familia, por algún tiempo creí que las drogas eran buenas. Pero cuando conocí el amor de Dios tan real que llegaba en las letras de las canciones de mi hermano, aprendí que el mejor viaje es Jesús”, dice Iván Olaya, actual guitarrista de Pescao Vivo, profesor de música y conferencista.
Giovanny muy rápidamente se inspiró y comenzó a escribir canciones que han sido top en las principales emisoras del país y América. Éxitos como ‘El Paraguas’, ‘Rock Folclor’, ‘Santo Remedio’, ‘Lenguas largas’, ‘Luciérnaga’ y ‘Mi Tesoro, canción de la cual ha manifestado Falcao García es su favorita. Muy pocos saben que en un parque de Bogotá frente a 4 jóvenes sumergidos en las drogas nacería una de las bandas más controvertidas del país.
Sin haberlo planeado hoy tienen dos Premios Shock, uno Nuestra Tierra, varias nominaciones en los Premios Arpa en México y, además, lograron ubicar la canción “Rock Folclor” como el segundo videoclip más sonado durante el 2010 en el canal MTV Latino. Mientras que en el año 2011 su canción “Santo Remedio” llegó al primer lugar durante cinco semanas consecutivas por encima de videoclips de estrellas mediáticas como Justin Bieber y Lady Gaga.
Pescao Vivo, actualmente es una banda colombiana de género Alternativo, pionera en arriesgarse con una propuesta de mezcla de sonidos contemporáneos y tradicionales. Luego de trabajar por casi dos años con su Tour Show de Salvavidas, hoy presentan su cuarta producción discográfica hecha entre Colombia y Estados Unidos por el productor Roy Mitchell (bajista de Mutemath), en colaboración de Cesar Milano. Éste nuevo trabajo muestra una agrupación madura musicalmente y que este año se atreve a conquistar los corazones de los asistentes al festival musical más importante del país, Rock al Parque.