Alfredo Ramos Maya, hijo de Luis Alfredo Ramos, hoy se presenta como un joven que quiere erradicar desde el Congreso viejas prácticas políticas: “Ustedes saben que los votos al Congreso siempre han sido amarrados a la maquinaria, detrás de puestos, detrás de contratos”, dijo hace poco.
Se trata de un nuevo delfín que, tras el arresto de su padre, ocupará el puesto 13 de la lista al Senado por el Uribe Centro Democrático.
Pero, ¿de dónde viene? ¿cuál es su pasado? El último cargo de Ramos Maya fue el de gerente de Unidad de Negocios de Grandes Formatos, de la empresa Tronex Battery Company S.A., donde estuvo desde enero de 2008 hasta octubre de 2013, según dice en su hoja de vida en Linkedin.
Tronex es una empresa privada que produce pilas y que, gracias a un convenio firmado con la Secretaría de Medio Ambiente de la Gobernación de Luis Alfredo Ramos (padre), logró llevar su marca a todos los rincones de Antioquia.
El 9 de agosto de 2011, la secretaria del despacho de Ambiente, Ofelia Elsy Velásquez, hizo oficialmente el lanzamiento de una campaña llamada Recopila, que buscaba que los ciudadanos desecharan correctamente pilas usadas. Según dijo la funcionaria, se habían instalado 200 contenedores cilíndricos, en cuya parte superior aparecían dos logos: el de Tronex, donde trabajaba Alfredo Ramos (hijo); y el de la Gobernación, donde el jefe era Luis Alfredo Ramos (padre). (Ver foto: contenedor)
A los pocos días, 23 alcaldes y gerentes de empresas de servicios públicos del suroeste antioqueño firmaron actas en las que se comprometían a apoyar la campaña, que en todo el departamento se propuso recoger tres toneladas de pilas mensuales. En medio de las correrías, empleados de Tronex aprovecharon para posicionar la marca y recomendar que no compraran pilas falsificadas o de contrabando, como se puede apreciar en este boletín de la Gobernación: (Anexo1).
Las jornadas incluían visitas a instituciones educativas públicas y privadas, a las que asistían funcionarios de la Gobernación, a veces jefes de núcleo educativo, y en las que se proyectaban videos institucionales de Tronex. En la agenda se abrían paso concursos de canto, poesía y disfraces, que eran premiados con kits de pilas Tronex y mini kits para todos los estudiantes (Anexo 2).
Tronex también contrató con la Gobernación, a través de la Fábrica de Licores de Antioquia (FLA), que dependía directamente del despacho de Luis Alfredo Ramos (padre). El gerente de la FLA era Andrés Isaza, amigo de Alfredo Ramos (hijo) y quien también había trabajado en Tronex como gerente de Unidad de Negocio.
Lo curioso es que Tronex no le vendió pilas a la FLA, sino que le prestó servicios para imprimir abanicos para ron, tarjetas de bienvenida a clientes, escarapelas con bolsas, y tarjetas como consta en la factura No. 818427 por $26’426.669 pesos y en el contrato No. 2009BB30133 por $27’248.831 pesos (ver copia contrato 1).
También hubo contratos para una empresa hermana de Tronex llamada Codiscos S.A. Es hermana si se tiene en cuenta que ambas comparten el mismo domicilio, el mismo número telefónico y la misma persona en el rol de suplente del presidente, según los Certificados de Existencia y Representación de las dos compañías.
Pero Codiscos tampoco le vendió discos a la FLA, sino viseras, portavasos, tarjetas de bienvenida, bolsas de papel, por un valor de $29’012.992 pesos(ver copia contrato 2). Y además, fue contratada para suministrar equipos de sonido inalámbrico y micrófonos para el salón del Consejo de Gobierno, donde tomaba decisiones Luis Alfredo Ramos (padre) a través de un proceso de selección abreviada a la que solo se presentó Codiscos y que tuvo un valor de $139’784.952 de pesos (ver copia contrato 3).
Si Alfredo Ramos Maya quiere erradicar la vieja política de contratos y puestos, deberá primero mirarse en su espejo de empresario y en el reflejo que destella aún la administración de su padre, quien, dicho sea de paso, está siendo investigado por la Contraloría General de la Nación por un presunto detrimento patrimonial por 18.000 millones de pesos en contratos de infraestructura. Esa historia también es larga.
@GuarnizoPrensa