El 9 de octubre inició el examen sudamericano de selecciones, donde ganar el cupo al certamen de la copa mundo que se disputará en Qatar 2022 es casi a muerte.
No es nada novedoso ni reciente que las eliminatorias de esta parte del continente americano sean vistas como las más reñidas, por así decirlo. Hay un juego de tú a tú entre grandes selecciones de buen nivel futbolístico internacional: Brasil, la siempre favorita; la albiceleste, de los argentinos y Messi; la charrúa, comandada por Suárez; Chile, que pasa por un buen momento; Ecuador, que hace no mucho mandaba su parada al enfrentarse a grandes y descrestarle la fiesta del gol.
La genética sudamericana siempre es compleja por el nivel y categoría de sus jugadores. Hay figuras de buen nombre que juegan en clubes europeos. El colombiano James Rodríguez, la dupla de ataque del Atalanta de Bérgamo, Falcao García y otros que de inicio enamoran por su buen fútbol.
Los tres goles anotados en el primer tiempo el pasado viernes nos dieron alegría mezclada con euforia, ¿qué más dicha que anotarle a la siempre difícil y últimamente complicada vinotinto? Sin embargo, este no fue el primer examen de la tricolor, ni tampoco será el partido que nuestra selección tendrá fácil.
¿Realmente cuál será ese partido complicado?, ¿en dónde se juega? En unos momentos lo sabremos.
La ocasión nos distrajo en medio de la pandemia, nos devolvió ese anhelo de ver jugar a nuestros futbolistas. Gritos, saltos, abrazos y besos fueron algunas de las manifestaciones producto de los goles y claro, por qué no decir, del triunfo.
No obstante, toda fiesta y alegría se ve empañada por algún suceso que marca. Sin duda, esta vez el partido que no podremos ganar es donde la muerte cobra sentido. Como sostuvo en algún momento Antonio Machado: “La muerte es algo que no debemos temer porque, mientras somos, la muerte no es, y cuando la muerte es, nosotros no somos".
Se jugó ese tenebroso partido de la muerte en Jamundí, Valle del Cauca, donde la vida no pudo hacer frente por preservarse, sino que los asesinos a lomo de moto y sin importar la fiesta del gol volvieron a ajusticiar a cuatro personas sin mediar palabras.
Triste realidad: Colombia 3 versus la muerte 4. No queremos que el marcador de las masacres que sacuden recientemente a nuestro país siga marcando. No queremos que más líderes sociales y defensores de derechos mueran silenciados.