Hasta hace un mes y medio en Nazaret y Puerto Estrella, en el departamento de la Guajira, la única manera de tener luz era hacerse a una planta de electricidad de unos 500 mil pesos (de contrabando) que trabaja con gasolina o ACPM. Una planta de éstas alcanzaba para encender un par de bombillos y prender la televisión un rato en la noche. Y había que estarle echando combustible, de contrabando no se olviden. Y pocos hogares podían darse el privilegio de tener una.
Hace mes y medio llegó la luz gracias a un parque de generación de energía alternativa. Combina un sistema fotovoltaico (paneles solares) y energía a partir de ACPM. Por ahora funciona sólo una parte de la noche pero la gente está feliz. El parque es obra del Instituto de Planificación y Promoción de Soluciones Energéticas para las Zonas no Interconectadas (IPSE), entidad adscrita al Ministerio de Minas y Energía.
En algunas noticias la gente leerá que el parque es poligenerador de energía porque también produce eólica. Esto es falso. Por ahora es sólo un sistema híbrido de energía solar y combustible. Es cierto que hay instalados un par de monopalas de energía eólica detrás de los cuales sólo hay sólo una historia triste, y ni un solo kilovatio de potencia. El gobierno invirtió varios millones de dólares en este sistema que nunca funcionó como debiera. Ahora son sólo ruinas y un cúmulo de demandas y contrademandas entre el contratista y el Estado. Demandas y contrademandas de las que nadie sabe nada.
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El parque de generación de energía alternativa en La Guajira