El movimiento estudiantil colombiano lleva más de un mes de paro de educación superior. El 15 de noviembre salimos a las calles nuevamente para exigir el restablecimiento de la mesa con el Gobierno nacional. Exigimos una mesa de negociación y no solamente de diálogo, una mesa con una metodología clara que involucre en la agenda los siguientes temas: recursos para la finalización del año 2018, 3.2 billones para la universidades públicas en 2019 y 1.5 billones para las instituciones técnicas y tecnológicas, 700.000 millones para Colciencias, al igual que el debate sobre los programas que financian la demanda y no la oferta tal como SPP y Generación E, la reliquidación de los créditos del Icetex con tasa real de 0% y el plan de pago de la deuda histórica (18. 2 billones de pesos)
Esperamos que a la mesa la señora ministra llegue con propuestas concretas, pero también es importante la presencia del Ministerio de Hacienda y Planeación, sin ellos no existe negociación posible.
Invitamos a la paz, queremos la paz y buscaremos siempre la paz. Los estudiantes, profesores y trabajadores de la educación superior en Colombia no somos “vándalos” ni mucho menos terroristas.
Somos una generación que no quiere vivir en el país que le tocó. Estamos cansados de ver cómo los derechos se convierten en servicios que engordan los grandes capitales. Estamos cansados del patriarcado, de la exclusión política, del paramilitarismo, de la falta de oportunidades, pero, sobre todo, de ver cómo nuestras universidades se caen, se derrumban por la falta de presupuesto.
Buscamos un país que esté al alcance de nuestros sueños por eso hemos salido a marchar, salimos a marchar y seguiremos saliendo a marchar hasta que exista una respuesta a nuestras justas exigencias. El actuar del establecimiento una vez más se enmarca en los ideales de la guerra, policías que nos ven como un “enemigo” que hay que reprimir, eliminar y callar.
Solo podemos decirle a la fuerza pública que nuestra lucha es también por los derechos de ustedes y sus hijos, cada vez que golpeen a un estudiante en las calles sepan que están golpeando sus propios sueños y anhelos de una vida mejor para sus familias, ustedes no son nuestros enemigos, todos somos pueblo y de cada uno de nosotros brota la misma sangre colombiana.
Que la educación como derecho fundamental y bien común no nos cueste la vida. Llamamos a todos los defensores de derechos humanos a que nos acompañen en este tiempo, a nuestras madres las invitamos a que salgan con nosotros para mostrarle a la ciudadanía de dónde venimos esos estudiantes luchadores incansables. Seguiremos con dignidad protestando, alzaremos nuestra voz una y mil veces, caminaremos cientos de kilómetros y viviremos para la paz con justicia social.
El 28 de noviembre será el día de la mayor movilización social de la historia reciente colombiana, invitamos a todos los sectores sociales y populares a que se sumen, a que lleguen a la capital para decirle al gobierno nacional no a la ley de financiamiento y sí a la educación superior pública.