Con motivo del llamado Paro del 25 de Marzo, (convocado por centrales obreras, pensionados, estudiantes, maestros y profesores, feministas, ambientalistas, animalistas, movimiento gay), es necesario tener presente las expectativas creadas con los nuevos alcaldes y gobernadores electos el 27 de octubre, los resultados del 21N , los objetivos del pliego de peticiones contra “Paquetazo” de Duque, la dirección colectiva del movimiento, los posteriores desarrollos de la protesta con el cacerolazo nacional, con el paro de los educadores del 20 y 21 de febrero, y por supuesto, con las nuevas condiciones del momento político que permitan balancear las perspectivas de desarrollo y de las tendencias más relevantes de la crisis nacional.
El corte transversal de los tres primeros meses del 2020 muestran una tendencia hacia la profundización de la crisis, caracterizada en lo fundamental por el encarecimiento del costo de la vida, el crecimiento del desempleo en un 13%, la continuación del asesinato de líderes sociales, excombatientes de las extintas FARC, y de los Defensores de los DDHH.
Tendencia que también se expresa en el cambio del gabinete ministerial para poder aprobar las contrarreformas sociales del gobierno, y en el crecimiento de la economía nacional donde el sector financiero y de seguros saca el primer puesto con el 5.7%, seguido de la administración pública (salud-educación) 4.9%, el comercio, transporte, hotelería y el turismo 5%; actividades artísticas, entretenimiento 3%, actividad inmobiliaria 3%, electricidad, agua, gas, alcantarillado 3%, explotación minas y canteras 2%, agricultura, ganadería, caza, pesca 2%, comunicaciones 1.7%, industrias manufactureras 1.6%, construcción – 1.3%, durante el año 2019 (Fuente DNE- Semanario VOZ Nº 3018 Marzo 4 de 2020) donde se muestran con claridad las contradicciones del crecimiento del PIB en relación con el crecimiento del desempleo, de la informalidad y de las industrias manufactureras (1.6%) y de construcción (-1.3%).
En las contradicciones del alcalde Medellín en relación con el movimiento estudiantil y profesoral, por la autorización al ESMAD para entrar a la U. de. A. y a la Nacional, y sus posteriores desarrollos con el panfleto amenazante de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC) contra personas y organizaciones de la U. de A, agravadas por el atentado personal contra la profesora Sara Janeth Fernández, Secretaria de la Asociación de Profesores de la U. de. A. (ASOPRUDEA) feminista y activista de los Derechos Humanos, que ha despertado una ola de indignación contra el proceder del Alcalde Quintero Calle en los medios directivos, profesorales y estudiantiles de la U. de A. y de la Nacional.
Además hay que tener en cuenta la generalización y profundización de la violencia con desplazamientos de familias y comunidades campesinas en Catatumbo, Cauca, Nariño, Putumayo, Bajo Cauca Antioqueño, Magdalena Medio, y Chocó.
A lo anterior hay que agregar las graves denuncias de corrupción electoral de Aída Merlano desde Venezuela y de los audios de la Fiscalía con la voz de Ñeñe Hernández donde habla de la compra de votos para favorecer al Presidente Duque en la segunda vuelta presidencial, que ya produjo la renuncia de la asesora del senador Uribe Vélez, María Claudia Daza, y un terremoto en los cimientos del uribismo y en la legitimidad del Presidente de la República.
Las exhumaciones de los restos de personas que resultaron falsos positivos del gobierno de Uribe Vélez, ordenadas por la Comisión de la Verdad en el cementerio del Municipio de Dabeiba, Antioquia y de las contradicciones del Gobierno con el Informe de la ONU sobre los Derechos Humanos en Colombia; con la Defensoría del Pueblo, la Procuraduría, y con el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH).
A los anteriores elementos hay que sumar las repercusiones económicas y políticas que tiene la entrada del Coronavirus (Covid-19) a Colombia, creando la necesidad de revisar los supuestos, proyecciones y presupuestos del Gobierno, del Banco de la República y de las empresas, en relación con los precios del Petróleo y a la tasa de cambio, cuentas que el Ministro de Hacienda había hecho sobre la base de un precio del barril de Petróleo (Brent) a 60.50 dólares y una tasa de cambio de 3.367 pesos por dólar para este año, cifras que perdieron vigencia ante la cotización del Petróleo en 46 dólares por barril, y la tasa de cambio en 3.800 pesos por dólar, además con la consideración de algunos expertos en el sentido de que el precio del petróleo puede bajar aún más.
Y como si esto fuera poco, la OCDE estima que las cuarentenas y las restricciones de los viajes, así como la interrupción de las cadenas globales de producción y la falta de confianza de los consumidores reducirán el crecimiento de la economía mundial este año a 2.5% frente al 3%que proyectaba en noviembre pasado, pero si el Coronavirus sigue expandiéndose, el crecimiento será de solo 1.5 %, afectando a todas las regiones del mundo, incluyéndonos a nosotros.
Lo más probable es que las exportaciones sigan cayendo este año, lo que debe ser compensado por la demanda interna. Para no agravar el creciente déficit externo, que puede superar el 5% del PIB, ni acelerar la inflación que ya está muy cerca del 4%, el Banco de la República no va querer bajar las tasas de interés. El gobierno debe convocar al Comité de la Regla Fiscal y pedir de frente y sin rodeos el espacio fiscal para un Plan de Choque, moderado en tamaña pero efectivo en resultados. Ya no hay excusas para seguir postergándolo.” (El Tiempo-Mauricio Cárdenas Santamaría-Coronavirus y economía-7-3-2020)
Duque y su gabinete se reúnen con empresarios y gremios económicos para hablar del Coronavirus (El Colombiano 7-3-2020). Como quién dice, al Gobierno de Uribe-Duque se le aparece el Ñeñe Hernández con la compra de votos por un lado, pero por otro lado se le aparece la Virgen del Carmen con la Corona del virus en la mano. Es lo que llaman popularmente los pícaros con suerte.
Además hay que agregar la declaratoria de Emergencia Ambiental con el pico y placa en Medellín, Bogotá, Cali y Bucaramanga, por la crisis de la contaminación del aire debido a las volquetas, camiones, buses, taxis, particulares y motos con huso de combustibles fósiles que contaminan el aire con material particulado (PM 2.5), produciendo enfermedades respiratorias en menores de 5 años y de adultos de la tercera edad, lo que han llevado además, a que 600.000 personas tengan que consultar al médico cada año por problemas respiratorios, con las consecuencias económicas y del sistema de salud.
Además hay que tener en cuenta la cantidad de mujeres que marcharon en el desfile del movimiento feminista del 8 de marzo, día internacional de la mujer, y del contenido de las consignas que dejaron sentir su protesta contra la violencia patriarcal, el “feminicidio”, la falta de igualdad en el disfrute de los derechos, y frente a la libertad sexual y de reproducción, protestas y peticiones que seguramente tendrán su manifestación en el próximo paro del 25 de Marzo.
A esto hay que sumar el comienzo de las sesiones del Congreso el 16 de marzo con la nueva gobernabilidad de Cambio Radical, Partido de la U y Partido Conservador con nuevas carteras ministeriales a bordo, para discutir y aprobar la Reforma de la Salud, de la Justicia, de las Corporaciones Autónomas Regionales, Las Consultas Previas, la Reforma Política, el nuevo Régimen de Ordenamiento Territorial, la Reforma del Régimen Departamental, el estatuto Fiscal para entes territoriales y el Estatuto de Ciudades Capitales, que hacen parte de la agenda que tiene acordado el Gobierno con los partidos del establecimiento, dejando para el segundo semestre la Reforma Laboral y Pensional, lo que seguramente justificará el desarrollo de un nuevo paro nacional.
Y para colmo de males, la JEP vincula a las EPM en proceso por desaparecidos en zonas de influencia de Hidrohituango.
Los anteriores son factores que se deben tener en cuenta para medir el estado de ánimo de la gente, de su incertidumbre y desconfianza frente al futuro y frente a las instituciones gubernamentales, y su disposición de lucha y de movilización a la hora del paro del 25 de Marzo.
Teniendo en cuenta los anteriores elementos y los sectores sociales que participaron en el 21N, (estudiantes, profesores y maestros , pensionados, feministas, ambientalistas, animalistas, artistas y grupos culturales), hay motivos para pensar que el paro no solamente sobrevivirá sino que además ampliará su participación ciudadana, teniendo en cuenta el regreso de UBER que podría impulsar la participación de los taxistas; y también de las madres comunitarias no obstante su acuerdo reciente con el Gobierno Nacional; de las mujeres cabeza de familia y jefes de hogar.
Pero donde más se necesita la participación, (fuera de las capas medias citadinas), es en el sector campesino medio y bajo, es decir, la participación masiva de la Minga Indígena, de Dignidad Agropecuaria, (fundamentalmente con los cafeteros), y de la Organización agraria, campesina, indígena y popular que encabezó el Paro Agrario de 2013.
Las peticiones del 21N tuvieron un carácter democrático, que se han ampliado y desarrollado de acuerdo a los participantes, conservando la importancia de los temas centrales, que agrupan a la mayoría de los sectores inconformes en la unidad de acción social y política contra la situación de exclusión y pobreza y desigualdad.
Hasta ahora la relación de fuerzas ha estado a favor de la clase dominante y de su gobierno reaccionario con excepción del movimiento estudiantil y de los educadores. No obstante el desarrollo de la crisis, en estos momentos no existe la correlación de fuerzas para agitar la consigna de un paro nacional indefinido. Sin embargo, es la lucha de masas la que va a decir la última palabra.
Los objetivos del Paro tienen que ver fundamentalmente con las Reformas a la Salud (Ley 100) el Estatuto del Trabajo (Ley 50) y la Reforma de la Educación (Ley 30), además con la Ley 64 de 1994 sobre Zonas de Reserva Campesinas, es decir, tiene como bandera la lucha por las Reformas Democráticas en contra del llamado pauqetazo de Uribe-Duque, que incluye las contrarreformas de Salud, Educación, Laboral y Pensional, además de los obstáculos a la implementación de las Acuerdos de La Habana; a los planes de desarrollo alternativos a los cultivos de uso ilícito, y a los desarrollos de la Justicia transicional para las víctimas del conflicto: verdad, justicia, reparación y no repetición.
Como se pude ver, es un programa de contenido democrático para abrirle espacio, más adelante, a un gobierno progresista, pluralista, democrático y popular. No se trata de la toma del poder para implantar el socialismo, sino de aprovechar las condiciones del momento para ir construyendo la fuerza social y política necesaria para los cambios democráticos que necesitan las mayorías nacionales.
Sin las reformas democráticas es imposible movilizar a las mayorías por un poder político democrático popular. Aquí no hay contradicción entre las reformas y la lucha por el poder popular. Las primeras son el camino para la conquista del segundo. En otras palabras: no puede haber poder popular sin la lucha por las reformas democráticas.
El paro del 25 va a demostrar la capacidad de movilización de las consignas y de los convocantes, la correlación de fuerzas y las tendencias políticas que le juegan a la conciliación con el Gobierno Nacional en nombre una la tercería que se apuntala para las elecciones de 2022.
Así las cosas el papel del PCC es impulsar la unidad de acción de todos los sectores democráticos y progresistas, de todos los inconformes con la situación política, económica y social, en el entendido de que el gobierno de la clase dominante no tiene un proyecto político distinto a descargar sobre los trabajadores los efectos negativos de la crisis, que se va a profundizar y ampliar a más sectores sociales.
Hay que partir del principio de que el gobierno de Uribe-Duque no va ceder a las peticiones del movimiento popular; ya dio lo que tenía que dar para engañar a la gente: devolución del IVA a los sectores más vulnerables de la población, los 3 días sin IVA al año para algunos productos no indispensables de la canasta familiar, la rebaja de la cotización en la salud para las personas que ganan un salario mínimo legal, la promesa del salario por horas para los jóvenes profesionales, el cuento del cubrimiento de la pensión a los sectores de la tercera edad, y la prima salarial que propone Uribe para compensar el salario mínimo legal vigente.
De manera que la crisis va a continuar, ante la cual el PCC, UP, CH, deben reanudar su trabajo unitario de masas no sólo para la protesta del 25 de Mayo, sino también pensando en las elecciones del 2022.
Se trata de ir ganando posiciones y acumulando fuerzas para ir construyendo la columna vertebral del movimiento; el centro de atracción de las mayorías populares contra el modelo de acumulación neoliberal por una real apertura democrática; para ir construyendo la fuerza núcleo del Frente Amplio por la democracia.
Desde ya hay que ir pensando en la consulta popular para la selección de un solo candidato en la primera vuelta presidencial y de una sola lista para el Senado de la República y para la Cámara de Representantes en las elecciones del 2022.
Además no se debe dejar de lado la posibilidad de una Asamblea Nacional Constituyente de raigambre popular para salir de la crisis nacional con las Reformas Democráticas que necesita el país.
La orientación del PCC para los sectores democráticos y progresistas es que el movimiento popular tiene que pasar de la defensa de sus intereses gremiales contra los patronos y el gobierno a la lucha política por el poder, pasar de la lucha de resistencia a la construcción de una alternativa democrática de poder popular.