Dice el adagio que tanto va el cántaro al agua hasta que por fin se rompe. Hoy, los estudiantes, cansados de esperar pequeñas soluciones porque no son más que eso, decidieron realizar un paro estudiantil con el debido respeto y en paz, que busca el cumplimiento de promesas engavetadas en las oficinas municipales y seguramente de la gobernación del Tolima.
Expresan en su pedido respetuoso que se cumpla con el nombramiento de maestros que faltan, pues ya estamos cerca de las vacaciones de junio y no llegan. Por otra parte, el servicio de agua es interrumpido constantemente y en ocasiones deben perder clases porque eso ocasiona vacancia. Falta mejorar la infraestructura y menajes en la zona de alimentación escolar. Exigen canchas deportivas que no existen para ellos, aunque están en su propio territorio estudiantil.
El pago de los subsidios de trasporte que no llegan por parte de la alcaldía. Y mucho mejoramiento de la infraestructura que falta en el megacolegio, escuela, lo mismo que en las antiguas instalaciones utilizadas para prácticas del Sena y demás escolares: se requiere mantenimiento. Se incluye las instalaciones escolares de primaria que están en las veredas.
Exigieron la presencia del alcalde, personero municipal, secretario de Educación. Hubieran querido la presencia del señor gobernador, funcionarios de deportes, educación departamental, Cortolima, que dejó construir un polideportivo violando las normas ambientales y que se debe rescatar para los estudiantes, y quienes toman decisiones sobre nombramiento de maestros.
Los estudiantes deseaban ir a las calles pero por lógica sin la autorización de los padres de familia no se pueden llevar a cabo las marchas de protesta y solo esperan soluciones sin tanto discurso, escusa y perdones, pues se requieren soluciones inmediatas que son viables, y no se pueden convertir en paños de agua tibia electoral.
Hacia las diez de la mañana el alcalde Nelson Gómez hizo presencia y escucho los pensamientos de los estudiantes.
La controversia de la cancha sintética sobre si es propiedad de la alcaldía o el colegio abre una puerta de investigación y discusión, en el sentido de que al ser un patrimonio municipal es de la comunidad y, por ende, es de la comunidad estudiantil quien la puede utilizar sin costos económicos, pues beneficia a los jóvenes estudiantes que necesitan esos espacios para evitar males sociales.
Pasadas las once y treinta una ambulancia trasporto algún estudiante que por casualidad sufrió un desmayo y fue trasladado al hospital para su revisión médica.
Personería del colegio, presencia del concejo de juventudes y alumnos líderes del movimiento esperan que sus peticiones puedan ser escuchadas por el gobernador para que aclare y conozca las inquietudes.
Los estudiantes respetuosamente utilizan estos espacios democráticos y en paz para la solución de sus conflictos y el de los futuros estudiantes.