Nosotros los indígenas arhuacos somos habitantes de la Sierra Nevada de Santa Marta, de la comunidad Gunchukwa. Somos mensajeros de la madre tierra y nuestra misión es llevar mensajes a las poblaciones donde se nos pide ayuda, porque en algún lugar la madre tierra está en peligro o ha sido herida y está muriendo.
Hemos venido a Bucaramanga, principalmente, atendiendo el llamado de una escuela, la Escuela Normal Superior de Bucaramanga, formadora de “gumusinu awiya”, que lucha por conservar su bosque. Bosque donde hay árboles de varias especies que han estado allí por más de cien años, y donde también habitan aves y otras especies, que juntos forman un gran pulmón para la ciudad.
Luego de conversar durante cinco días con la comunidad educativa, estudiantes de primaria, bachillerato, programa de formación complementaria, comunidad de sordos, gobierno estudiantil, comités ambientales, docentes, el señor rector encargado, otras instituciones de autoridades ambientales y administrativas municipales como el Comité de defensa del páramo Santurbán, la Corporación de la meseta de Bucaramanga, el comité de Corazón Verde de Bucaramanga, el Sindicato de Educadores de Santander y el alcalde de la ciudad, señor Rodolfo Hernández, entregamos el siguiente mensaje:
Querido pueblo de Bucaramanga, donde habitan nuestros hermanos menores, somos emisarios indígenas de la cultura arhuaca que habita en la Sierra Nevada y nuestra misión es traerles un mensaje de nuestra comunidad a la ciudadanía y al alcalde la ciudad.
Ustedes son muy afortunados porque poseen una gran riqueza conviviendo al lado de un gran ser supremo llamado páramo Santurbán, que los provee de agua pura, oxígeno, alimento y belleza natural. Es así como están presentes elementos como nieve, tierra, aire, ríos, lagunas, vegetación, nubes que transportan las lluvias y toda clase de seres vivos que hacen de este lugar un ecosistema en armonía y equilibrio perfecto con él mismo, pero a la vez conectado con todos los páramos y nevados existentes en el planeta. El páramo Santurbán es un grande ser que tiene cabeza, pies, tronco y brazos. Los pies son los pequeños y grandes bosques que lo rodean y los árboles de los pueblos y la ciudad, los ríos son la sangre que corre por sus venas, las lagunas son los ojos y el oro que tiene dentro de su cabeza es su cerebro y su sostenimiento.
Es nuestro deber decirles que ese páramo es un lugar sagrado porque allí confluyen todos los elementos que sostienen el equilibrio ambiental, no solo de Bucaramanga, sino del planeta.
Nosotros, los indígenas de la comunidad arhuaca, estamos aquí para advertir a la ciudadanía y a las autoridades que el páramo de Santurbán está en grave peligro de ser borrado de la faz de la tierra porque al romperlo, herirlo o matarlo, estarán condenando a la madre tierra a cercanos desastres naturales como la aniquilación de agua necesaria para la subsistencia y también a movimientos de las placas que provocarán terremotos, levantamiento de grandes olas que aniquilarán ciudades enteras y habrá hambre y desolación, por lo tanto deben hacerse cargo de su cuidado permanente.
Nosotros hemos venido hasta aquí para salvar al páramo de Santurbán, que en estos momentos tiene dos grandes enemigos.
Uno es la minería de parte de gente extranjera que le quiere sacar el cerebro y aniquilar su cabeza, hasta herirlo de muerte. Y el otro enemigo grande es la tala que diariamente hacen de bosques y árboles alrededor del páramo, para construir edificios, casas, parques de cemento, por parte de los constructores que construyen destruyendo la vida vegetal y animal de la naturaleza y no tienen conocimiento que éstos bosques grandes y pequeños son los pies del páramo y cumplen una función muy importante que le ayudan al páramo a conservar el equilibrio ambiental para la ciudad de Bucaramanga.
Teniendo en cuenta todo lo anterior que ya hemos expresado queremos hacer un llamado urgente al señor alcalde de la ciudad de Bucaramanga Rodolfo Hernández y exigirle de manera inmediata en nombre de la comunidad de indígenas arhuacos lo siguiente:
Que valore y respete los esfuerzos de las comunidades escolares por crear conciencia en el cuidado de la madre naturaleza. Por eso le exigimos de manera respetuosa considere la propuesta de la mesa corazón verde, donde se propone otro diseño para que el intercambiador del mesón de lo Búcaros no toque el territorio sagrado donde se encuentra ubicado el bosque de la Escuela Normal Superior de Bucaramanga.
Señor alcalde, sugerimos que se tenga en cuenta la opinión de la comunidad y analice la viabilidad de seguir adelante con el intercambiador que necesita la ciudad, con un nuevo diseño para la plazoleta donde no se afecte el hermoso corazón verde que le da vida a la ciudad, al páramo y contribuye a la armonía planetaria.
Le pedimos que se respete el territorio que ha sido destinado para la Escuela Normal Superior de Bucaramanga, porque los territorios para las escuelas no son negociables y hacen parte del patrimonio que el estado les ha otorgado y debe dar cumplimiento a esa ley.
Le pedimos también que continúe con el trabajo de parar la minería en el páramo de Santurbán, valoramos su esfuerzo, pero también le pedimos que detenga la tala de árboles que protegen la ciudad, porque que el trabajo que hace no sirve de nada, si continúa permitiendo la destrucción de los bosques de la ciudad.
La comunidad indígena arhuaca agradece el recibimiento de la ciudad de Bucaramanga y queremos decirle que cuentan con nosotros para que en conjunto trabajemos para un solo fin que es sanar a nuestra madre, la tierra para que los que no han nacido, puedan nacer y disfruten de su grandeza.