El nuevo fiscal de Colombia Néstor Humberto Martínez tendrá tres papeles muy importantes de forma inmediata en el tema de posconflicto. Por un lado, será el encargado de entregar la información que tiene la Fiscalía para echar a andar la Jurisdicción Especial para la Paz. Como se sabe, en los acuerdos de La Habana se crea una jurisdicción que conocerá de todos los hechos que se cometieron en el marco del conflicto armado. Esta jurisdicción crea un tribunal compuesto por cuatro salas, cada una tendrá cinco magistrados; tres nacionales y dos internacionales. Dicho tribunal no puede arrancar desde cero, la Fiscalía deberá entregar todo lo disponible para que esta jurisdicción sea eficiente. El exfiscal Montealegre realizó un avance importante en organizar la información pero aun es mucho lo que falta.
El segundo reto es ayudar a montar esta Jurisdicción Especial para la Paz. Es decir, montar toda la infraestructura de la justicia transicional derivada de los acuerdos tiene un costo económico bastante grande. Además, se debe montar de forma rápida para que comience a funcionar de forma ágil. Esto solo se hace con el acompañamiento de la rama judicial y aprovechando infraestructura ya montada. Así que el papel de la Fiscalía nuevamente es importante para garantizar la JEP.
Por último, la Fiscalía debe garantizar el despliegue de unidades investigativas de lucha contra el crimen organizado. El mayor riesgo del proceso de paz es la presencia de otras organizaciones criminales que intentarán copar los territorios dejados por las Farc y apoderarse de las secciones de la cadena de los mercados ilegales que deja la guerrilla. Además, para que existan garantías de no repetición se debe luchar contra los herederos de los grupos paramilitares. No se debe olvidar que en acuerdo de cese bilateral y finalización del conflicto se concibe la lucha contra las organizaciones criminales como tarea fundamental y se le da un papel importante a la Fiscalía.
Es hombre de confianza del presidente y de varios sectores políticos y económicos,
lo cual hará que se declare impedido en muchos casos.
Este es tal vez es el mayor peligro que corre la nueva Fiscalía
El gran tema es que se debe actuar de forma ágil y sobre todo se debe limitar la corrupción institucional que es lo que más afecta la institucionalidad local y a las instituciones de seguridad en lo local y regional. Lo que significa es que además de una política represiva, de investigación, se debe diseñar una estrategia de contrainteligencia para limitar la corrupción. Igual sucede con la Policía y las Fuerzas Militares. De nada sirve llenar eso de efectivos militares, ya que serán rápidamente corrompidos.
Así que al nuevo fiscal le espera un verdadero desafío, en un contexto de crisis económica, y con muchos casos de importancia política por solucionar. Néstor Humberto Martínez es hombre de confianza del presidente y de varios sectores políticos y económicos, lo cual hará que se declare impedido en muchos casos y temas. Este tal vez es el mayor peligro que corre la nueva Fiscalía. Esperemos que el nuevo fiscal esté a la altura del nuevo reto y no frustremos el sueño de tener una justicia más fuerte. En fin, amanecerá y veremos.