La tardía culpa terminó por cobrar una vida con otra. Después de permanecer durante dos días en la Unidad de cuidados intensivos Gabriel Enrique González, el papá asesinó, quien mató a su hijo de cinco años, murió a causa de una intoxicación.
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Según las primeras investigaciones, el hombre de 50 años, condenado a pagar 45 de cárcel por el horrendo crimen del pequeño Gabriel, en un hotel de Melgar, en Tolima, se tragó más de 300 pastillas, que le generaron una intoxicación grave.
Aunque los médicos del hospital Federico Lleras Acosta de Ibagué, a donde fue trasladado desde la cárcel en la que pagaba la condena, intentaron salvarle la vida, pasadas la ocho de la noche de este lunes, murió por a causa de un fulminante paro cardiorespiratorio.
El crimen del niño de cinco años se produjo el pasado 3 de octubre de 2022. Ese fin de semana el hombre tenía la visita con su hijo. Luego de llevarlo a una fiesta en el parque Simón Bolívar, cogió un bus y se lo para Melgar. Lo que parecía un fin de semana memorable para el niño terminó en tragedia.
Antes de asesinar a su hijo, Gabriel Enrique González, le envió a la mamá del pequeño un mensaje en donde le contaba sus macabros planes. Luego de asfixiarlo con sus propias manos le envió una fotografía a la mujer en la que se observaba el cuerpo sin vida del niño sobre unas sábanas blancas. En la imagen se alcanzaba a ver el logo de hotel, que les sirvió de pista para localizarlo. La foto del niño muerto estaba acompañada del texto “No sufrió. Ahora sí puedes disfrutar sola con Edilson y Wesly sin tricitico y mucho menos yo. Felicidades".
Luego de conocer la denuncia de la expareja de Gabriel Enrique, los investigadores se movilizaron con velocidad, pero llegaron tarde a la escena del crimen. Encontraron al niño muerto y no hallaron rastro de su padre por ningún lado. Fue capturado horas después y un mes después un juez lo condenó a 45 años de cárcel, la cual cumplía en la cárcel de Ibagué de donde el papá asesino salió casi muerto hacia el hospital.