El palo de mango que está sembrado en la plaza Alfonso López de Valledupar, Cesar, es un árbol como cualquier otro, pero con la diferencia de que este ha sido testigo de innumerables batallas musicales entre los más destacados exponentes de la música vallenata que se han realizado desde el primer festival vallenato hasta el actual, en la tarima Francisco el Hombre, ubicada al frente del majestuoso árbol.
Plaza Alfonso López, Valledupar, 1930
El ícono de los valduparenses también ha sido testigo de encuentros amorosos, tertulias, reuniones políticas y de toda índole, refrescando a las personas que visitan la plaza a degustar de un sabroso cholao y de bebidas bien frías, albergándolos bajo su inmensa sombra, protegiéndolos de las altas temperaturas que oscilan entre 38 a 45 grados centígrados en Valledupar.
Existen dos versiones sobre el origen del árbol o palo de mango, como coloquialmente decimos en la región caribe. Una de ellas es que fue sembrado por el ganadero Eloy Quintero, en compañía de unos amigos, quienes sembraron tres árboles y uno de ellos sobrevivió. La otra versión tiene más fuerza, y es que el árbol nació por obra de Dios, quien es el creador de la naturaleza. Esto lo manifestó en una entrevista que le hicimos al señor William Vega, un vallenato que se ha dedicado a la venta de tintos, dulces y minutos a celular por más de 38 años en la plaza, debajo del emblemático palo de mango.
Los grandes compositores de nuestra música vallenata se han inspirado en el legendario palo de mango, componiendo canciones que hablan sobre él. Dos de ellos son el juglar Leandro Díaz, quien compuso el éxito Debajo del palo de mango, que inmortalizó Diomedes Díaz. Otro de ellos es el maestro Rafael Manjarrés, quien le canta en una estrofa del también éxito Ausencia sentimental, pero inmortalizado por el también maestro Silvio Brito, el cual menciona en forma de pregunta que si el mango de la plaza está igual.
Plaza Alfonso López, 2014
La plaza Alfonso López de la capital del Cesar fue remodelada el 4 de abril de 2019. La nueva tarima Francisco el Hombre cuenta con un área total de 259, 60 metros cuadrados, con baldosas de mármol pulido, una estructura metálica que se aproxima a 89 toneladas, con seis baños, un camerino y hermosas jardineras, para deleite de los propios y visitantes.
Nuestro invitado, el palo de mango, resultó enfermo por la remoción y elevación del suelo, para darle paso a la construcción de las mencionadas jardineras, quitándole el oxígeno. En estos momentos se encuentra gozando de buena salud y siendo testigo de los amaneces del valle.