En vísperas de Navidad, el padre Francisco De Roux publicó una carta en la que se refiere al caso de los hermanos Llano Narváez, quienes denunciaron ser víctimas de abuso sexual por parte del sacerdote jesuita Darío Chavarriaga (q. e. p. d.) en los años 70. Los hermanos acusan al padre Pacho De Roux de haberlo ocultado, solo recibir silencio y ninguna justicia. "No me importa el prestigio personal con tal de que se haga justicia a las víctimas", fueron las palabras del sacerdote al informar que pidió a la Fiscalía que se le llame para dar su versión de lo sucedido.
A pesar de que se le acusa de omisión, en aquel entonces, el padre Francisco De Roux escuchó a los hermanos Llano Narváez y denunció los hechos de inmediato ante sus superiores. Posteriormente, siguiendo el proceso canónico de acuerdo con el Concordato vigente entre Colombia y El Vaticano, acudió a una autoridad en la Iglesia para enfrentar al padre Chavarriaga, quién terminó destituido del cargo por usarlo para abusar de menores y fue enviado a servir en una casa de la comunidad religiosa, sin relación alguna con los feligreses. Sin embargo, el castigo fue eclesiástico y no penal, como alegan los hermanos Llano Narváez.
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En febrero de este 2024, varios meses después de haber concluido su ardua labor para sacar adelante el esperado Informe Final de la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No repetición (CEV), el padre Francisco De Roux decidió priorizar su tranquilidad y ponerle punto final a su vida pública.
Se radicó en Cartagena y desde allí volvió a sus orígenes como sacerdote en la parroquia San Pedro Claver, la cual debe su nombre a un misionero, jesuita como él, que le dedicó su vida a una causa que tienen en común: la defensa de los derechos humanos. Desde esta ciudad ha atendido a las acusaciones de las que ha sido objeto por parte de los hermanos Llano Narváez.
En su carta, el padre De Roux evoca su paso por la Comisión de la Verdad que le enseñó que el dolor de las víctimas no termina nunca. En noviembre pidió perdón público, como sacerdote y jesuita, a los hermanos Llano Narváez y volvió a hacerlo después de un intento fallido de encontrarse personalmente con los hermanos en octubre, pues estos indicaron que únicamente se reunirían con él en presencia del abogado de la familia. El Padre les ha vuelto a pedir un encuentro.
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El Padre Pacho De Roux continúa enfocado en que se cumpla lo propuesto en la Comisión de la Verdad
A pesar de ya estar alejado de los focos mediáticos, el Padre sigue pendiente de la actualidad nacional como lo demuestran textos publicados en El Espectador, conferencias dictadas en diferentes universidades como la de Antioquia y otros comunicados que se publican en redes sociales.
El sacerdote jesuita, quien ha sido enfático en la importancia de acelerar las sentencias para restituir a las víctimas y ha propuesto una Comisión de la Verdad sobre el narcotráfico, vislumbra ataques en un futuro contra la CEV y su informe, los cuales, a su parecer, vendrán desde las Fuerzas Militares fraguados a causa de la polarización que se está viviendo a menos de dos años de una nueva campaña presidencial.
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