Roberto Escobar Gaviria, "el Osito", hermano de Pablo Escobar, pretendía que el Estado le pagara una indemnización de 5.000 millones como reparación por haber perdido uno sus ojos por cuenta del atentado con una carta-bomba que sufrió cuando se encontraba detenido en la cárcel de en máxima seguridad de Itagüí en diciembre de 1993.
El fallo del Consejo de Estado se basó en que el propio Osito había logrado a través de una tutela que las autoridades no le revisaran su correspondencia. La misiva con la carga explosiva tenía como remitente a la Procuraduría General de la Nación. El magistrado ponente Enrique Gil conceptuó que el Inpec no era responsable de lo sucedido por cuanto Roberto Escobar había asumido su propio riesgo al exigir que su correspondencia no fuera abierta.