Al implementar el neoliberalismo -como la teoría política que tiende a disminuir al mínimo la intervención del Estado -a partir de lo que sucedió con la caída del socialismo en los países del este europeo- se pudo ver la alternativa del Consenso de Washington. La buena nueva haría posible que los países del Segundo y Tercer mundo pudieran dejar atrás el subdesarrollo gracias a la economía de mercado.
Para realizar la propuesta neoliberal se transformó la función del Estado, en la idea que el sector público debe ser mínimo en comparación con el sector privado. Era necesario implementar el Estado mínimo porque supera los vicios de la esfera pública. Para llevar a cabo tal disposición se planteó que el mercado moldea la libre competencia y, establece los precios de los productos y servicios. Y, como las funciones económicas eran deficientes en el sector público era necesaria la privatización. Tal medida llevó a que las actividades estatales de la economía, encausadas por el Estado, pasaran a manos del interés privado, por ejemplo-telecomunicaciones, electricidad, bancos, minería, servicios públicos, carreteras, peajes…
Con la política del Estado mínimo al privatizar empresas y servicios públicos se redujo la nómina de los trabajadores estatales y, tal medida llevó a la disminución del gasto público… Una de las principales características del Estado mínimo es la desregulación del comercio y la eliminación de las restricciones arancelarias con el objetivo de favorecer la libre empresa. El mercado se constituyó, en el eje del neoliberalismo, y éste quedó en manos privadas. Mucho más, con el neoliberalismo vino la apertura de fronteras para los proveedores internacionales que, por decirlo así, las plazas de mercado local se abrieron al exterior del país. Con la apertura económica el mercado internacional invadió el mercado local y, en competencia con las empresas internacionales, muchas de las empresas locales no pudieron competir con la consecuencia que esto condujo a la liquidación de la producción nacional, como es el caso de manufacturas, alimentos.
Como el neoliberalismo privilegió el mercado internacional, la producción nacional vino en decadencia. Los trabajadores se vieron afectados por el desempleo. La flexibilización laboral permitió que cada empresa eligiera sus condiciones de contratación, hecho que dio al traste con el código laboral, la extinción de los sindicatos y, llevó a la criminalización de la protesta social. Con ello se afectó la salud pública que se entregó a empresas privadas. El sistema de seguridad social, como las pensiones, siguió el mismo rumbo. De la misma manera, la esfera pública se afectó de modo profundo, pues con el neoliberalismo lo que era “bien común” se convirtió en servicio que, esconde el beneficio la ganancia para el interés privado.
Los países desarrollados con una economía sólida -producción, distribución- consumo – hicieron posible el progreso del mundo a través de la comercialización de sus productos, y el país se mantiene en posición subordinada, en la dependencia, exportador de petróleo, carbón, café y otras hierbas dentro del capitalismo mundial.