Hace 4 años que la ola invernal del 2010 destruyó las calles del corregimiento de Bábega y hasta el día de hoy ningún ente del estado ha ido a ver la situación tan deplorable en al que éste se encuentra.
Exactamente el 23 de agosto de 2010 a las 10: 30 de la mañana una avalancha, resultado de las fuertes lluvias que azotaron el sector destruyó un 70% de las calles de esta comunidad dejando a cerca de 600 habitantes sumidos en un peligro inminente pues el corregimiento que fue construido sobre una quebrada la cual lo atraviesa de norte a sur, quedo visible pues el agua al verse atrapada levanto el asfalto que la tapaba; de este intempestivo evento se retrocedió así unos 40 años en su desarrollo, ese del que tanto hablamos hoy en día, y que aquí sólo sé ve y se escucha en televisión porque nada de esto se aplica en esta comunidad olvidada por el alcalde del municipio vástago del pueblo y que en su campaña política aseguró que haría maravillas (muy común en los políticos de su clase) y hoy absolutamente todo sigue igual, por un gobernador, y senadores que vinieron hasta aquí, a aprovecharse del ánimo de sus habitantes, creando ilusiones un tanto inverosímiles, sólo por obtener un curul en el Senado o ganar la gobernación del departamento, pero hasta ahí, porque jamás se les volvió a ver las caras en este valle de lagrimas.
Otros interesados en este desastre fueron los medios de comunicación , quienes se acercaron al lugar de la tragedia, meramente con el objetivo de informar sobre la catástrofe, de crear noticia, pero sólo alimentaron este principio del periodismo, pero se olvidaron de la responsabilidad social que como medios de comunicación tienen con la sociedad, pues tampoco volvieron a hacer presencia en esta comunidad, para a investigar qué paso después de la tragedia, cómo viven sus habitantes, cómo es el estado de las calles, por qué los entes encargados de mejorar las vías no han hecho ni siquiera una visita oficial, por que Colombia humanitaria no volvió a hacer presencia en este lugar, pese a que se les ha llamado y se les ha insistido en que hagan una visita. En este orden de ideas los medios podrían ayudar a la comunidad, pero no lo hacen.
Caminar por estas calles es todo una odisea, sobre todo en la noche, cuando su iluminación pública se vuelve intermitente, algunos barrios poco iluminados, los otros en completa oscuridad, y por los cráteres que están en la mitad de la vía que alcanzan hasta 30 metros de largo y 5 de ancho, las caídas son propensas, teniendo en cuenta que en esta comunidad un 30 % de la población son niños entre 0 a 12 años, y un 15 % personas de la tercera edad, sin olvidar a aquellos quienes pierden su equilibrio a causa de las bebidas alcohólicas y que en esta pueblo es muy común.
Sus habitantes quienes ya no creen en las falsas promesas de los políticos han empezado recoger fondos, por medio de rifas, bingos, bazares y poniendo cuotas por cada familia para así reunir al menos una cuarta parte del dinero, pues definitivamente creen que la prosperidad social no alcanzo para todos, ni siquiera el abrigo de Colombia humanitaria llego a cubrirlos del frió que se levanto por el estado de las calles, debido a que la quebrada esta al aire libre como si fuera un malecón y no es una metáfora, pues la temperatura descendió unos 5° centígrados.
Por ahora sus habitantes, especialmente aquellos que son padres deben estar de tras de sus hijos impidiéndoles hasta correr por el peligro inminente que presentan las calles de esta comunidad, es una tragicomedia ver como diariamente en el canal del congreso se muestran cifras para el mejoramiento de vías e infraestructura, pero que aquí después de un cuatrienio del gobierno Santos y después de dos Alcaldes y dos Gobernadores nada ha mejorado, no han aportado un solo peso “como dirían algunos de sus habitantes”, lo único que dejaron fueron las tapas y los envases de cerveza vacíos, que ofrecían a diestra y siniestra en la campaña política, Y que de hecho está volviendo a tomar auge pues ya se acercan de nuevo las elecciones para alcaldía, es más ya se ven las tiendas llenas, cuando llegan los posibles candidatos en sus camionetas 4x4, a seguir con esta cadena enfermiza que tiene sumido no solo a este corregimiento sino al país entero en la desigualdad, con infraestructuras de principios del siglo XX, pero no por ser obras arquitectónicas bien cuidadas, sino por la metástasis que ha generado la política en todo el territorio nacional, y que nos deja un tanto atrasados en el desarrollo que el presidente y su gabinete ministerial tanto hablan en sus discursos, mientras en Bábega sus habitantes reúnen entre ellos el dinero necesario para reconstruir lo que la catástrofe natural se llevó, para salir de este fango, de este valle de lagrimas, para resurgir de nuevo sin la ayuda de quienes un día generaron falsas expectativas, pues en un país como Colombia la codicia se la lleva muy pero muy bien con el Alzheimer.
