Era el galán por excelencia en la década de los noventa. Comenzó su carrera en Señora Isabel haciendo de amante de Judy Henríquez, quien era mucho mayor que él. Este drama captó la atención de toda Colombia. En ese momento, 1993, Mesa era el galán más cotizado de la televisión colombiana. Tenía 25 años y un futuro que parecía imparable. Su papel en Hombres, la serie que dirigió el genial Carlos Mayolo, terminó por consagrarlo. Después, en 1999, Fernando Gaitán lo llamó para ser Daniel Valencia, el machista y petulante hermano de Marcela y enemigo de Beatriz Pinzón Solano. Su pelo engominado tirado para atrás lo convirtió en uno de los villanos más deseados del país. Además, este hombre nacido en Envigado en 1968 tenía talento.
Pero un día dejamos de verlo. Cuentan que el declive empezó en el 2004. RCN lo había contratado para que protagonizara junto a Carolina Gómez La viuda de la mafia. Ya había empezado el rodaje, llevaba tres semanas, pero nadie dentro de la producción se lo aguantaba. Es que en esa época Mesa sufría de delirio de grandeza. Era prepotente y quería ser más importante que todos, incluida una de las reinas de belleza más recordadas de Colombia. El conflicto llegó a ser tan serio que la producción decidió parar el rodaje y borrar todas las escenas donde estuviera Mesa. Le consiguieron reemplazo rápido, el cubano Abel Rodríguez.
Desde entonces Luis Mesa dejó de ser uno de los actores más vistos de la televisión nacional. Su situación cambió por completo, le empezaron a dar papeles secundarios hasta que en el 2008 hizo de José Luzardo en la adaptación televisiva de Doña Barbara. Durante siete años desapareció. Toda una generación dejó de verlo, hasta ahora que lo están descubriendo en Betty la fea, donde lo siguen cada noche: en el rating del miércoles 17 de julio superó la barrera de los 14 puntos, un récord absoluto para una telenovela que se terminó de rodar hace dos décadas.
Netflix lo ha ayudado a desempolvar. Participó en la primera temporada de Narcos en un papel pequeño. A sus 50, aunque mantiene su atractivo, ya no es un galán. La pérdida de Luis Mesa es una tragedia para los televidentes colombianos. Acá, donde no sobra el talento, siempre harán falta actores de carácter como el gran Luis Mesa.