Desesperados, con la mirada vacía, los habitantes sobrevivientes de Pedernales, muy cerca del epicentro de la tragedia que ha estremecido a Ecuador, asisten a días diferentes, donde hay sol, pero la desolación es estremecedora. Millones de ecuatorianos, todo un pueblo está consternado y el mundo entero con los ojos en el corazón de la tierra.
Voy a compartir un estremecedor testimonio llegado a España desde Pedernales. Me lo envió el doctor cubano Guillermo Paret, a quien ha toca muy de cerca esta desgracia, porque desde la profesión que le ha marcado toda la vida, tiene tras de sí gratos momentos de sus estancias en aquel paraíso tropical sobre el Pacífico, que el sábado fue noqueado por la naturaleza y devastado sin piedad.
El terremoto que se ha cobrado más de 500 vidas, ya es considerado el terremoto más fuerte que ha sacudido el país en los últimos 36 años.
TODOS SOMOS ECUADOR
No me dijo su nombre, no hace falta. Lo que esta hija de Pedernales le cuenta a Paret, es el clamor de todo un pueblo. Lo que sus ojos y su corazón están viviendo después de la tragedia en el mismo escenario, donde reían antes del sábado ingrato que les sacudió los sueños y la vida.
Guillermo Paret es un médico cubano-español que se mueve con su oficio y su mano solidaria por todo el mundo. Acaba de donar todo el set médico de una clínica entera que proyectaba abrir en Guayaquil: "He ordenado que todo el material que tenía para la apertura de mi despacho en Guayaquil, sea donado".
Un set de suturas, gasas, alcohol, depresores, potes de orina, tiras reactivas de orina, nebulizador, oximetro, agujas, vendas, jeringuilla... "Todo queda donado", le dijo por teléfono a la doctora Susana Mata, en Guayaquil.
"Desde España estamos llenando aviones de amor, salud y esperanza", me contó hoy sin poder contener la emoción.
Guillermo Paret, muy pronto irá a Ecuador a brindar, una vez más, su cooperación.
"Tengo muchos amigos ecuatorianos que son como hermanos; estoy sufriendo por ellos y tengo un dolor desgarrador. Lamento no estar allí ahora", dijo.
Y el dolor lo deja Guillermo en este desgarrador testimonio de una colega y amiga, testigo de la tragedia, que sigue allí cuatro días después a merced de su propia suerte. Su dolor es el de todos.
http://atriopress.blogspot.com/2016/04/desolacion-en-pedernales-esto-es-lo-mas.html