El día 11 de mayo de 2021, los directivos de las juntas de acciones comunales de Barranquilla y algunos ediles se unieron al sentir de estas organizaciones y marcharon por la Calle Murillo, desde la Carrera Cuarta hasta la Plaza de la Paz. No fue multitudinaria por motivos de la pandemia, ya que la mayoría de comunales se han envejecido y no están vacunados, pero fue una marcha de calidad.
Es como un punto de partida para retomar las riendas de este movimiento que la politiquería tiene achicopalado no solo en Barranquilla, sino en todo el país; donde los lideres comunales son utilizados como el caballito de batalla para el comercio electoral de los que se hacen elegir con la compra y venta del voto, con la exigencia de votar por bandidos y corruptos para mantener el puesto de trabajo.
Ya está volviendo a despertar el león que ha estado durmiendo por años y en sus mentes se empieza a planificar una nueva forma de gobernar a la ciudad, planeada desde cada barrio por su junta comunal. Nos cansamos de que los gobernantes de turno crean que tienen el poder absoluto y se crean superiores a las demás personas por el cargo que se les ha dado, y no por la elección popular, sino por la compra del voto.
Nos indignamos por la discriminación en ejecución de obras de beneficio común que se realizan con la plata de nuestros impuestos y que son orientadas al desarrollo de las empresas... si sobra, se invierte en los sectores de los pobres, eso sí, cuando a ellos les dé su puta gana... y de mala calidad.
Vamos comunales a seguir apoyando a los jóvenes que marchan y que luchan por inversión en la gente (educación gratis y de calidad, un solo sistema de salud, escuelas y universidades con emprendimiento, etcétera). Al gobierno desde hace rato se le perdió la brújula y está girando en un solo sentido, lo que ha generado desequilibrio social.