La administración distrital ha venido organizando un nuevo negocio de manera premeditada y descarada: descubrió una gran veta en los vehículos particulares.
Hace más de una año la alcaldesa puso el grito en el cielo por la contaminación e implantó el pico y placa todo el día temporalmente.
Poco después vino la solución: el pico y placa "solidario"; ya no importa la contaminación ni la congestión, porque el que paga y peca empata.
Luego vino otra perla: el pago por parqueo en la vía. Nuevamente el que paga y peca empata, no importa que vías críticas, tradicionalmente congestionadas pasen de tener dos o tres carriles a uno.
Un sólo ejemplo es la calle 93 entre la carrera 15 y la NQS.
Es tan bueno el negocio, que ya no se necesitan grúas para los mal parqueados, sino colocarles el cepo por $90.000. Y dicen que para tener más recursos para el mantenimiento de la malla vial; eso dijeron de la sobretasa a la gasolina y no se ha visto.
Luego de estas dos medidas, autorizaron alza de tarifas en los parqueaderos; claro, para que la gente prefiera pagar por parquear en la calle, donde eso sí, nadie responde por robos o daños.
Y finalmente, por ahora, se nos impone el pico y placa de lunes a viernes de 6 a.m. a 9 p.m.
¿Cómo no van a congestionarse las vías si, además de las obras que se están ejecutando, se han venido estrechando con ciclo rutas improvisadas y mal diseñadas y parqueo en vía?
Ahora llegó renovada y decidida a tapar miles de huecos que no ha tapado en dos años, con el argumento de que los recursos se estaban utilizando para el ingreso solidario de las familias más necesitadas.
¿Existe un acuerdo del Concejo autorizando el desvío de fondos? ¿Por qué en lugar de usar recursos destinados al mantenimiento de la malla vial no se utilizaron los $6.500 millones de la oficina de prensa o los $4.700 millones destinados a pintarrajear los puentes?
Deja mucho que pensar y desear esta administración y apenas vamos por la mitad.