El nuevo ministro de Minas y Energía, Germán Arce, inició su dirección con el pie izquierdo. La primera declaración pública que da horas después de ser nombrado, es que apoyará al 'fracking', método de extracción del petróleo por fracturación hidráulica. Mientras que muchos colombianos se han manifestado en contra de esta práctica --en medio de dramáticos casos de miles de afectados a nivel mundial, por esta técnica de extracción de petróleo, el nuevo ministro Arce, hace esta desafortunada declaración.
Se esperaría que un economista egresado de la Universidad del Valle, tuviera más sentido social y escuchara más a las comunidades en un tema tan sensible como este, pero parece ser que este nuevo director, no es muy diferente a los tecnócratas egresados de la Universidad de los Andes, como es su coequipero – o jefe – Juan Carlos Echeverry, presidente de Ecopetrol.
Muchos países ya han prohibido la técnica de fracking para extraer petróleo. República Checa, Sudáfrica, Reino Unido, Alemania, Bulgaria, Francia, República de Irlanda, Irlanda del Norte, Italia, Austria, Suiza y España, están en la lista de los países que lo han prohibido y han medido las nefastas consecuencias que trae el fracking al medio ambiente y a las comunidades que viven alrededor de estos yacimientos. Pero resulta paradójico ver como Colombia, desea incentivar esta mala práctica, mientras que en otros países del mundo ya la han abandonado por su gran impacto negativo.
Agua contaminada, ríos que arden en llamas, flora y fauna extinguida, desplazamiento humano y muerte, es lo que deja el fracking en los lugares donde se utiliza. El argumento para el ministerio y las empresas petroleras es que el fracking, se hace a más de mil metros por debajo del suelo y las fuentes hídricas están a unos cientos de metros por debajo, cosa que impediría que el agua se contaminara. Pero la verdad es que el suelo y todo nuestro planeta, esta interconectado, cualquier cosa que se haga en un lugar, así sea a miles de metros por debajo de la tierra, tiene repercusiones en la biosfera, en los mares e incluso en la atmósfera.
Ojala, el ministro Arce, no siga caminando chueco y se enderece y pueda cumplir con las metas de la cartera ministerial de Minas y Energía, pero no a costa del equilibrio de nuestra naturaleza y del bienestar de todos los colombianos.
