La tensión entre Rusia y Turquía aumenta después de que dos aviones rusos invadieran el espacio aéreo turco y uno fuera derribado, a pesar de que Turquía ha dado a conocer los audios en los cuales advertía para que se retiraran los pilotos del avión ruso SU- 24 antes de que fuera abatido por dos aviones turcos, pero las advertencias fueron ignoradas por uno de los dos aviones. La acción de Rusia ha sido muy criticada por la OTAN. EE.UU, también miembro, y como tal deberá apoyar a Turquía en las medidas que tome contra Rusia y a la vez debe cuidar sus relaciones con este para lograr ampliar la coalición, en donde el principal y único objetivo de todos los países sea destruir a ISIS, ya que actualmente el gobierno de Rusia no solo bombardea al Estado Islámico, si no también a la se oposición siria, buscando proteger los intereses del presidente Bashar Al-Assad.
El gran atentado que ocurrió hace dos semanas en París, Francia, en el cual murieron 130 personas y más de 300 resultaron heridas, elevaron al máximo el nivel de alerta para acabar con el mayor enemigo de Occidente actualmente: Estado Islámico, que también representa una amenaza para los árabes, musulmanes chiitas, o incluso sunitas.
Arabia Saudita fue el principal financiador de ISIS, que mas allá de ser un grupo terrorista religioso, se convirtió en un elemento político que ha servido a las potencias de la región para desequilibrar y perjudicar a sus enemigos. Por ejemplo, tras varios años de represión a los sunitas en Irak, después de la caída de Saddam Hussein, en el año 2003, tras la invasión estadounidense y de que el país fuera gobernado por los chiitas y sus duras medidas de represión contra los sunitas, desencadenaron en una guerra civil en el año 2007. El surgimiento de ISIS en Irak en el año 2010 alentó un levantamiento sunita en Siria en el 2011, como parte de la Primavera Árabe, y al estabilizarse Siria e Irak salió perjudicado Irán, gran enemigo de Arabia Saudita, que esperaba poder implementar un gobierno títere en Siria. Sin embargo, Bashar Al- Assad, protegido de Irán, ha preferido destruir Siria, matar a su propia gente, incluso con ataques químicos antes de renunciar, y, recientemente, ha rectificado que no se irá del poder hasta derrotar a ISIS.
La violación del espacio aéreo por parte de Rusia sería algo duramente sancionado por la OTAN. Por esto la posición de Estados Unidos es crucial, ya que si ejerce alguna medida contra Rusia, la estrategia de negociar con su gobierno para acabar con el Estado Islámico quedaría cancelada. La OTAN ha dejado claro que apoya a Turquía, a pesar de que Rusia niega haber ingresado al espacio aéreo turco, y también niega haber recibido alguna advertencia por parte de las fuerzas aéreas turcas. Sin embargo, tampoco pretende ahondar demasiado en el conflicto entre los dos países, posiblemente para evitar que la guerra en Siria sea, incluso, peor en un intento por evitar reacciones violentas de Rusia.