Angelino Garzón se preciaba de ser defensor de los derechos de los trabajadores y terminó en las toldas uribistas, harto de chancho y chinchurria. Montes de Occa, lo mismo.
Y sin mencionar a Robledo y su triste figura, pasando por Claudia, por los Galán, por Robledo con faldas, por Fajardo y sus ballenas y otros cuyos nombres que no vale la pena recordar, llegamos al Poncho Zuleta, que envió en las últimas horas un saludo a la mamá de Petro. Este caballo de barriga ancha y lechero trae en sus entrañas algo. ¿Qué será?
Un extraño sabor a triquitraqui, que si los asesores de Petro no se la huelen, el estallido dejará un reguero.
Poncho es de sangre uribista hasta los tuétanos, ni conservador ni liberal ni nada. Poncho galopa hacia la tula. Una vez adentro, lo único es encender la mecha.
¡No se hagan ilusiones! ¡La arepa se voltea, para meterle el huevo!