Soy un creyente y un convencido en que una de las mayores injusticias sociales del mundo se desarrolla en uno de los países más inequitativos, como lo es Colombia.
Sustentando este hecho que menciono en la desproporcionalidad de ciertos impuestos, y por los incrementos anuales que se autorizan por los gobiernos centrales, para luego ser ratificados por unos congresos enmermelados, realizados consuetudinariamente sobre los cobros de los impuestos indirectos en Colombia, como se puede notar en el caso específico del seguro obligatorio para accidentes de tránsito (SOAT), logrando con este tipo de subterfugios que las personas más pudientes no tengan casi necesidad de pagar impuestos de ninguna clase, permitiendo que toda la carga fiscal del Estado se sostenga sobre las espaldas de los menos favorecidos.
Son tan sagaces los políticos y dignatarios de este absurdo país que paralelamente crean publicidad con noticias a partir de decretos tramposos, buscando obtener cierta indulgencia de la población, a través de hacer creer que están legislando para generar alivios tributarios sobre esos injustos y exagerados impuestos, a los cuales les han adicionado normativas en acápites que no se promocionan, o se tratan de mimetizar, lo que se denomina letra menuda, o que en Colombia se califica de “mico”, como en el caso del SOAT.
Cuando se hace publicidad y alaraca sobre un supuesto descuento del 10% automático si el titular del seguro no ha tenido accidentes en los dos últimos años consecutivos, sin hacer mucha mención en que se recibe ese descuento sí y solo sí se renueva el seguro en la fecha que se vence.
Sin embargo, ese mismo seguro ha tenido que recibir un incremento de más del 12 % debido a la inflación, además de manejar sobre el mencionado impuesto otro tipo de consideraciones ya normalizadas, como por ejemplo, que entre más viejo sea el vehículo más costoso es el SOAT impuesto, una manera indirecta de presionar a los propietarios a tener que estar cambiando de medio de transporte, o a tener que estar pagando una cuota más alta, por lo tanto a pagar más de la cuenta.
Hago la exposición del caso particular de una moto de menos de 100 c.c. de cilindrada, modelo 2007, o sea con 15 años de fabricación, en perfectas condiciones mecánicas, pues paralelamente cada año debe superar una revisión técnico-mecánica, que no es gratuita, a la cual le corresponde liquidar un SOAT de $415.000 pesos, cuando el valor de esa moto en el mercado de reventa de usados no llega a superar los $500.000 pesos.
Como quien dice es mejor dejar de usarla, ya que no se puede insinuar o decir que regalarla porque ello implica obligatoriamente hacer el traspaso, el cual es un trámite que puede costar otro medio millón, pues si se deja a nombre del titular, cualquier violación de una norma de tránsito, accidente, contravención o delito le corresponde asumirlo o pagarlo a quien aparezca como propietario.
En el larguísimo listado de impuestos indirectos, sólo en el tema de transporte, alguien que maneje un vehículo de transito tiene que verse sometido a pagos de peajes casi cada 50 kilómetros de transitar por carreteras en malísimas condiciones, por lo tanto expuesto a sufrir accidentes por un bache, por un animal que se atraviese, por falta de iluminación, etcétera,
Igualmente pagar sobretasa a los combustibles, cancelar anualmente un impuesto de rodamiento, estar expuesto a foto multas por contravenciones desproporcionadas y descaradamente vigiladas por cámaras en lugares estratégicos cuando no por tramposos policías de tránsito camuflados, mantener renovada la licencia, realizar la respectiva revisión anual del vehículo, comprar los seguros, asumir los incrementos correspondientes a una inflación incontrolada, y algunas otras situaciones y condiciones que se me hayan podido pasar, para después tener que escuchar a los descarados, corruptos, inmorales e indecentes dirigentes y legisladores, en su acostumbrada desfachatez, tachando de vagos y fracasados a los ciudadanos del común, o peor aún encontrarse con algunos ciudadanos respaldando estas falsedades, insinuando que en este país los menos pudientes no pagan casi impuestos, o que reciben muchos subsidios, cuando a la par están siendo asfixiados por medio de todo tipo de imposiciones e impuestos regresivos.