En 2017 el empresario de medios norteamericano, Jim McNamara, le apostó al Canal Uno para entrar a jugar en el campo de los canales de televisión en Colombia. El plan era sencillo: junto a Radio Televisión Interamericana S.A., Compañía de Medios de Información S.A.S. y NTC Nacional de Televisión y Comunicaciones S.A —y asesorado por su amigo el productor Patricio Wills— adquirió la licencia del canal para convertirlo en la tercera opción de la televisión.
A pesar de que en comparación con los primeros seis meses de 2020 el Canal Uno ha aumentado sus ganancias netas, las proyecciones que tenía McNamara, quien además es el dueño de Hemisphere Group, accionista preferente del Canal Uno, no se cumplieron como tanto esperaba. El empresario norteamericano se había puesto como plazo el 2019 para empezar a recuperar la inversión que había hecho en el canal. Sin embargo, actualmente las perdidas de Hemisphere Group, superan los US$ 121.1 millones que ha hecho en contribuciones. McNamara, un hombre de larga trayectoria en el negocio de los medios, tiene teflón para aguantar las pérdidas, pero su interés por el Canal Uno es cada vez menor.