Dos llamadas del gobierno recibió el expresidente César Gaviria el día de ayer. Primero fue el ministro Alberto Carrasquilla, buscando el respaldo de la bancada liberal para aprobar la reforma tributaria, que en este momento está siendo debatida en el Congreso y se va a tomar todo el tiempo de las sesiones extras para quedar aprobada. La segunda fue la de la ministra de las TIC, Sylvia Constaín, quien también buscó al expresidente con la misma intención de Carrasquilla. Sin embargo, el jefe de los liberales se negó a alinear a su bancada para salvar los proyectos del gobierno, y les aseguró que los congresistas de su partido no son notarios para aprobar todo lo que presenten en el Congreso. Gaviria solo les hizo una exigencia: presentar buenos proyectos para respaldarlos en bloque.