Angélica María Torres y Jaime Manrique forman el tándem perfecto de directora y productor que ha hecho posible al cortometraje colombiano “Pirsas” participar en la selección de cortometrajes “Nest” de la edición 71 del festival internacional de cine de San Sebastián, España.
Nos reciben en Tabakalera, la sede de las proyecciones de su sección, pero también un lugar donde se hacen residencias para jóvenes creadores cinematográficos. Se respira arte en el ambiente, y también en el documental de Torres, que cuenta el encuentro de una chica, la propia directora, con el lugar donde ocurrieron unos trágicos hechos en 2006.
Catorce niños pertenecientes al grupo scout cuarto “Pirsas” estaban caminando hacia el Cerro Gualí del Nevado del Ruiz, cuando una avalancha en la “gruta” sepulto a once de los niños. Uno de ellos era el hermano de Angelica María Torres.
El Nevado del Ruiz ya fue famoso en 1985 cuando las imágenes de la niña Omara Sánchez, recorrieron el mundo entero, una niña atrapada que agonizó durante 3 días de la que solo sobresalía la cabeza del agua.
En el corto de Torres existe claramente la dualidad de la aplastante belleza de los parajes del Nevado, de sus frailejones, de la misteriosa niebla… en contraposición con los horrores que en él han sucedido, al respecto la directora nos aclara que “quería mostrar que aunque fue una tragedia, porque fue, también estos chicos fueron muy valientes al hacer este ascenso tan duro, era exigente físicamente, muriendo en un lugar hermoso, murieron felices, yo quería transitar esa dualidad de la tragedia y la felicidad, que intento mostrar ” continua diciendo que “es un paisaje hermoso, una montaña muy poderosa, pero ha ocurrido un hecho traumático. Intentaba mostrar estas imágenes bonitas, con esos momentos de contemplación del paisaje, y acompañarle con la conversación dura con mi madre. Así trataba de mostrar lo duro y lo lindo.”
Narrar un hecho como este, en donde la dirección está hecha por alguien que ha vivido los eventos que se narran, algo parecido lo acabamos de ver con el colombiano Juan Sebastián Quebrada en su film “El otro hijo”, concursando este año en la sección Nuevos directores de este mismo festival, donde su hermano murió en una fiesta.
Este tipo de circunstancias puede hacer reavivar la herida o sanarla, en este caso, la directora colombiana asegura que “sin duda es remover el dolor, pero es remover el dolor para poder sanarlo, siento que yo lo hice con mi madre, resolví muchas inquietudes que tenía dentro”.
Respecto a los descubrimientos realizados durante el rodaje, comenta que “yo pensaba que teníamos que hacer un duelo conjunto con mis padres, y cuando termino el cortometraje me doy cuenta que el duelo es una cosa muy individual…yo siento que mi relación ha mejorado con mi madre y con mi familia” debido a que su familia pudo comprender gracias al cortometraje hasta qué punto los hechos afectaron a Angélica María “el cine me ha dado esa herramienta para expresarme”.
Respecto al buen momento del cortometraje colombiano, desde Cannes con “La perra”, hasta Clermont-Ferrand con “Todo incluido”, la realizadora explica que “creo que la necesidad de experimentar nuevas narrativas de los directores, y también de los apoyos con los que contamos, el FDC o Proimágenes, hay una movida de apoyar a los nuevos directores”.
Con respecto a la idea de los propios estudiantes respecto al hecho de poder hacer cine un día, nos desvela que “cuando nos graduamos, la mayoría de mis compañeros tenían una resignación como que el cine es una cosa que se mueve por palancas, que tienes que tener un amigo que te lleve a esos espacios, y siento que estar acá me ha hecho darme cuenta de que tienes que ser disciplinado, juicioso para llegar a esos espacios, en el cine cabemos todos.”.
Jaima Manrique, quien también es el fundador y director del festival de cortometrajes Bogoshorts, nos dice que la idea del cortometraje era que se pudiera ver “no se si era producir, la idea era sacarla adelante, fui el sonidista del corto, y creo que también me metí en el sonido porque era una forma de sacarla adelante…lo único que yo sentía es que esa historia se contara… siento que me lo encontré, no estaba buscando algo para producir”
Sobre las posibilidades de producción de cortometrajes en Colombia, Manrique nos aclara que “yo creo que para producir hay que querer producir, hay que querer hacerlo, y sobre todo encontrarse una historia que sea lo suficientemente poderosa.
Yo veo historias y cortos todo el tiempo, pero no es tan fácil encontrarse historias que vengan de lo profundo del alma, y de la necesidad real del corazón de quien lo cuenta. Eso sí es difícil”. Continúa diciendo que “”Pirsas” es un corto que puede que técnicamente le falten muchas cosas, pero dentro de ese cine imperfecto hay un alma, y algo que habla desde el centro del estómago, eso no es tan fácil de encontrar…las historias que trascienden vienen de creadores que tienen una necesidad genuina, casi de sangre de contar eso que tienen que contar”
Esperemos lo mejor para la entrega de premios del festival de San Sebastián y que Colombia vuelva a conseguir otro premio, ya que hace unos días, el proyecto colombiano “Todo esto eran mangas” de Daniela Abad, ganó el premio al mejor proyecto del Foro de coproducción Europa-América Latina”. Quizás volvamos a ver a Angélica María y a Jaime en un nuevo proyecto sobre ¿Cómo suena el miedo? con la montaña como protagonista.