Durante la administración de Enrique Peñalosa se han talado más de 10.000 árboles, como el mismo alcalde informó hace un par de semanas. Y uno de los más beneficiados por el denominado ‘arboricidio’ que ha causado gran indignación entre los bogotanos, ha sido la empresa Gestión Rural y Urbana S.A.S.
Según el contrato atípico 690 del 2018 celebrado entre el Jardín Botánico y la empresa por más de 600 millones de pesos, quedó establecido que el pago se hará de acuerdo a la cantidad de árboles “intervenidos”, y específicamente en la tala, acorde a diferentes variables como altura, el perímetro del tallo y el número de fustes (ramas) que tengan. Una situación que sin duda alguna es una gran ventaja para la empresa y justificaría lo que para expertos en el tema no tiene sentido: seguir talando.
Con respecto a esta información el Jardín Botánico aclara: "El contratista no tiene autonomía para decidir qué árboles se talan o para gestionar permisos de tala, por lo tanto no es cierto que la modalidad de contratación incentive talas indiscriminadas en la ciudad.
Para determinar cuándo un árbol debe ser intervenido silviculturalmente, la Secretaría Distrital de Ambiente evalúa y conceptúa cada individuo arbóreo, para posteriormente notificar al Jardín Botánico la medida que se debe adelantar.
Luego, el Jardín Botánico es quien remite al contratista algunos de los conceptos y le determina cuáles individuos deben ser intervenidos y, una vez los árboles son tratados, el Jardín realiza el pago"
