Los guionistas macabros de esa serie llamada “Colombia” están tramando un conflicto diferente para su futura temporada. Para los extraterrestres que no ven televisión, les cuento que “Colombia” se trata de una mezcla de dramatizado con thriller y reality show, que se emite en vivo y en directo día a día por los noticieros de la televisión internacional.
Hay que decir que los tipos son buenos. Unos guionistas perversos. Lo peor del mundo. A nadie se le había ocurrido vender y mostrar una serie en fragmentos diarios en medio de noticieros de televisión con corresponsales y todo.
Al principio fue una serie infinita pero entretenida de bala entre gobierno y guerrilla, con extorsiones, secuestros, capos y gánsteres. La segunda temporada vino con paramilitares para incluir más sangre y más violencia y así subir el rating. En la tercera se aventaron con la corrupción política, el morbo gustó y “Colombia” se vendió bien en la televisión internacional.
Como vieron que la guerra de zombis por ideas fue pasando, como vieron que la gente en Colombia despertó y ya no le quiere jalar a eso de la guerra entre nacionales por puro placer de los ricos que los vieron matarse y morirse en la tele mientras comen hamburguesas con Coca-Cola. Como los colombianos se dieron cuenta que el tema de matarse por política era una estupidez zombi; como los guionistas se dieron cuenta de que el tema de la firma de un acuerdo de paz como que está cuajando en el imaginario colombiano, ahora los guionistas están tramando otra guerra, ¡la mamá de todas las guerras!
La cuarta temporada vino con emigrantes venezolanos: se inventaron un melodrama porno-miserable para remover sentimientos, pero no les fue tan bien como en las dos primeras temporadas donde hubo bala y muertos a la lata. El mundo vio en sus pantallas como millones de mujeres venezolanas con niños en brazos se paseaban por las calles colombianas mendigando, pero el asunto se volvió aburrido. Sin querer hacer spoiler la trama se pondrá buena -para los malvados guionistas-, cuando esas criaturas infantiles crezcan con su resentimiento social y sus ideologías en el pecho. Ese día no van a quedar ni los guionistas vivos.
Como la cosa está sosa, estos vergajos, me refiero a los guionistas, se han inventado crear una guerra xenofóbica en Colombia ¡Tan solo les bastó que un fantasma saliera a pintar unos cuantos grafitis insultando al pueblo negro en las paredes blancas de Popayán y zas!, de una, se armó la génesis de la próxima temporada. Bueno, o al menos eso es lo que los malvados guionistas pretenden con free prees o prensa gratuita y todo.
Los que gustamos de televisión, ya intuíamos que ese era unos de los caminos de la trama. Hace rato estos vergajos venían acariciando la idea y haciendo pruebas con el pueblo indígena del Cauca. Nos dimos cuenta cuando intentaron armar una guerra entre pueblos indígenas con comunidades mestizas por cierre de vías donde los unos secuestran a los otros y los otros insultaban y ultrajaban a los primeros, por un enredado de promesas y firmas que ni ellos mismos entendían. Y aunque la gente no se dejó meter en esa guerra tonta, se perfilaron los motivos y los odios crecieron… y se fue haciendo el caldo de cultivo, como dicen los sociólogos.
A nadie, a ningún ser inteligente del planeta Tierra se le hubiera podido ocurrir desatar una guerra en Latinoamérica de hoy, en el siglo XXI, por xenofobia. Pero ya ven, esto es “Colombia” el reality show que más vende por fragmentos en la televisión del mundo.
Y a los guionistas que hacen su día adía “todo por la plata”, drogados todos ellos, les dio por ahí. Ahora la gente ve en vivo y en directo en pequeños fragmentos por noticieros de televisión, redes sociales y canales de YouTube, el inicio de una guerra xenofóbica en Colombia.
Como sufrimos esperando que aparezca un líder, un genio o un hada mágica para que les diga a los personajes de la serie que no se dejen provocar, que no caigan en la actuación de ese guion estúpido.
Que alguien, por favor, les diga a todos en Colombia, que una guerra étnica puede ser más trágica que la matanza de la primera temporada, que inició cuando le mataron cuatro pollos a un campesino que se volvió guerrillero y en venganza organizó una guerra que costó cincuenta años con cincuenta mil muertos… y al final no pasó nada y no sirvió de nada.
Señores actores de Colombia TV, no se dejen meter en esa guerra étnica, no se dejen torear. Que reine la sensatez y la inteligencia.
La cultura vende más y mejor, miren factor X, A Otro Nivel, Yo me llamo…