Desde hace 32 años, cuando Andrés Pastrana, como alcalde de Bogotá, le metió el pedal a la privatización de la recolección de basuras, el empresario argentino Enrique Pescarmona dueño de Lime y los caleños Alberto Losada Torres y Jorge Herrera Barona, propietarios de Ciudad Limpia, ganaron la primera gran licitación. Estas dos empresas junto con la distrital EDIS recogían las 4000 toneladas que para ese entonces se generaban en Bogotá.
Ciudad Limpia y Lime llegaron en 1989 al negocio como respuesta a la crisis ambiental de la ciudad que generó la poca capacidad de recolección de la Edis durante la alcaldía de Pastrana.
Desde ese primer contrato Lime y Ciudad Limpia nunca se han salido del millonario negocio que hoy mueve 7000 mil toneladas de basura diarias y que terminan en el basurero de Doña Juana, creado también hace 32 años en la localidad de Ciudad Bolívar, en el sur de Bogotá, el cual ya está alcanzando su máxima capacidad y donde aún no se logra implementar el programa de separación de desechos orgánicos y reciclables.
Joaquín Losada, es hijo del Alberto Losada, uno de los fundadores del grupo Fenalca, que también está en el negocio de Transmilenio.
Los fundadores de Ciudad Limpia, cabezas de las familias Herrera y Losada, dejaron el negocio en manos de sus descendientes. A la cabeza está Alberto Losada jr. Lidera un importante grupo empresarias que combina la operación de basuras con la operación de 348 buses de Transmilenio en Bogotá y la ensamblada de carrocerías para buses de Transmilenio que funcionan bajo el nombre de grupo Fenalca.
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Ciudad Limpia recoge la basura en las localidades de Kennedy y Fontibón, donde viven 1.7 millones de habitantes en 185 barrios. Es este sector de Bogotá opera con 71 camiones recolectores. Ciudad Limpia también está en el negocio en Cali, en Yumbo y en el Huila, en Colombia. Así mismo opera en Panamá y Venezuela.
Junto a los caleños está también, con más de 30 años en el negocio de la recolección de basuras en Bogotá, que cuesta hoy 4.8 billones de pesos, la empresa argentina LIME, de propiedad del empresario argentino Enrique Pescarmona, quien también ha estado metido en negocios de obras públicas en el país con su grupo empresarial Impsa.
Pescarmona también tiene negocios de técnico-industriales en Estados Unidos, Brasil, Hong Kong, Suiza, Malasia y en su natal Argentina, donde también maneja el negocio de las basuras.
En Bogotá Lime está a cargo de la recolección en Ciudad Bolívar, Rafael Uribe, Puente Aranda, Tunjuelito, Antonio Nariño, Los Mártires, Teusaquillo y Bosa,
El empresario argentino Enrique Pescarmona tiene negocios en Colombia desde 1.989, cuando entró con su empresa Lime a recoger las basuras de Bogotá.
Luego de que la recolección de basuras en Bogotá atravesara grandes crisis, como la que se originó en 2012 en la alcaldía de Gustavo Petro, cuando pretendió sacar del negocio a los privados, Enrique Peñalosa abrió en 2017 un nuevo proceso licitatorio en el que entraron a jugar nuevas sociedades.
La millonaria licitación de casi $5 billones, cuya concesión fue firmada por ocho años, hasta el 2026, se la ganaron, a parte de las tradicionales Lime y Ciudad Limpia tres firmas más: Promoambiental Distrito, Bogotá Limpia y Área Limpia.
Promoambiental Distrito, que opera las localidades de San Cristóbal, Usaquén, Chapinero, La Candelaria, Santa Fe, Usme y Sumapaz es una sociedad que nació en enero de 2018. En cabeza de esta empresa que opera 1.816 barrios con 40 camiones, están el empresario del aseo Tomás Salvador Mendoza Pardo y el exsuperintendente de servicios públicos Diego Humberto Caicedo Ortiz.
El exsuperintendente Caicedo y Mendoza Pardo, quien tiene buena experiencia en el tema de las basuras, adquirida durante seis años trabajando para la concesionaria Ciudad Limpia, también están montados con las basuras en el Valle del Cauca con la sociedad Promoambiental Cali, donde se instalaron desde 2009.
Las localidades de Engativá y Barrios Unidos le fueron entregadas al consorcio Bogotá Limpia, que pertenece a la empresa ecuatoriana Hidalgo e Hidalgo, especializada en proyectos de obras e infraestructura pública e hidroeléctricas.
Esta compañía fue fundada en 1969 en Quito por el ingeniero civil y arquitecto Julio Hidalgo González, fallecido en 2005, quien desde 1972 le heredó el control a su hijo Juan Francisco Hidalgo Barahona.
La familia Hidalgo entró a Colombia en 2010, donde para poder licitar en los proyectos de infraestructura crearon su filial Hidalgo e Hidalgo Colombia S.A. Hace 10 años se hicieron con la concesión a 25 años para diseñar, construir, operar y la autopista Santander de Quilichao-Popayán y también se hicieron con el consorcio Vías para la Equidad, para restaurar 14km de la autopista Boyacá- Bogotá.
Hidalgo e Hidalgo Colombia S.A es una filial empresa ecuatoriana Hidalgo e Hidalgo, que en 2010 empezó en Colombia a tener importantes contratos en obras civiles y públicas.
En 2017 crearon la concesionaria Bogotá Limpia con la que se presentaron a la licitación que sacó Peñalosa para hacerse la concesión de las basuras. Operan desde febrero de 2018 con 55 camiones en 375 barrios.
La empresa que cierra el grupo de las cinco que se quedaron con el billonario contrato es la también extranjera Área Limpia, que con 55 camiones recoge las basuras en la gigante Suba, donde viven 1.3 millones de personas.
Área Limpia una sociedad conformada por la multinacional española Sacyr, especializada en la construcción y concesiones de obras civiles, públicas y de servicios, que tiene el 51% de sus acciones y de la compañía Sinergias Ecológicas de México, experta en el manejo y recolección de desechos, que tiene el restante 49% de acciones.
Sacyr, de la familia española Carceller se unió con los mexicanos de Sinergias Ecológicas para licitar en 2007 por el negocio de las basuras en Bogotá.
Sacyr es de la familia española Carceller, la cual lidera Demetrio Carceller. Esta compañía ha construido en Colombia el túnel de occidente, en Antioquia; el puente Pumarejo, en Barranquilla; la concesión de la vía Rumichaca-Pasto.
Esta empresa también intervino en las obras de la Ruta del Sol, proyecto en el que le fue mal. Por incumplimiento de la obra tuvo que a pagarle a Invías una multa de USD$77 millones.
