El país ya cuenta con más de 50 laboratorios que están haciendo el procesamiento de pruebas Covid-19, de los cuales 14 son laboratorios departamentales mientras otros son privados universitarios y otros completamente privados con diferentes tarifas.
En el caso de Idime, uno de los laboratorios más grandes del país, las pruebas PCR de covid-19 cuestan $220 mil para los particulares, y ésta se realiza a domicilio, el precio asciende a los $ 250 mil. En promedio los resultados tardan entre 18 y 36 horas en llegar.
Pero hay otros como Cendiatra, dedicado más a la salud ocupacional y con sedes en distintas ciudades que cobra entre $ 60 mil por las pruebas rápidas que entregan en media hora. Los laboratorios Colcan, Analizar, Sura y además de varios que operan en las clínicas también realizan las pruebas. Son cerca de 30 los autorizados por el Ministerio de salud.
Complementario a esto se ha montado un negocio con la importación de los reactivos que también los están trayendo empresas particulares para vendérselos a los laboratorios.
Aunque el viceministro de salud Moscoso, ha planteado la urgencia de elaborar una tabla de tarifas para el sistema y que las EPS las aplique sobre límites, aún no hay una regulación clara para el sector privado, aunque aparentemente el tope sería los $ 220 mil que cobra Idime.
Según el Ministerio de Salud, los laboratorios deben subir los resultados a la plataforma del sistema colombiano, pero esto no se está cumpliendo en todos los casos.
Existen varios tipos de pruebas. Las principales, son las pruebas moleculares, que se basan en la detección del genoma (ARN) del SARS-CoV- 2, por lo tanto implica la recolección de materia a través de un hisopo largo desde la parte posterior de la nariz donde se encuentra con la garganta. La prueba detecta el material genético del virus usando una técnica de laboratorio llamada reacción en cadena de la polimerasa (PCR). Es muy exacta si se realiza en un laboratorio, pero consume tiempo, de uno a dos días, y requiere personal entrenado. Cuando se realiza en el sitio puede presentar errores, pero tiene la ventaja de poder realizarse en 20 minutos o menos, por diferentes metodologías y con un equipamiento mínimo.
Otra prueba rápida, es la de anticuerpos contra el virus, que muestra si se tuvo en un pasado, para esta es suficiente con un pinchazo de sangre en el dedo dando un resultado entre 15 y 30 minutos. No se consideran diagnósticas puesto que su aparición esta descrita desde el día 5 de la fase sintomática, y en el 90 % de los casos no se observa hasta el día 14.
Los anticuerpos son proteínas producidas por el sistema inmune en respuesta a una infección y son específicos de esa infección en particular. Se encuentran en la parte líquida de las muestras de sangre, que se llama suero o plasma, dependiendo de la presencia de factores de coagulación. Son pruebas IgM e IgG que se pueden pedir juntas o por separado. Los anticuerpos IgG que se desarrollan en la mayoría de los pacientes dentro de los siete a 10 días posteriores al inicio de los síntomas de COVID-19. El IgM es el primer anticuerpo producido por el sistema inmunitario, cuando se detecta, es posible que aún esté infectado o que se haya recuperado recientemente.
El Invima publica y actualiza permanentemente el listado de los reactivos de diagnóstico aprobados para importación tanto de las pruebas rápidas como de la pruebas PCR. A su vez, el laboratorio Genoma CES Biotechnologies, avalado por la Universidad CES se encuentra trabajando en la consecusión de autorización para la producción de reactivos locales para pruebas moleculares PCR, proyecto que cuenta con aporte de ISA de COP 984,3 millones.