El negacionismo de Luis Carlos Villegas es compartido por el presidente, Juan Manuel Santos y por el fiscal general, Néstor Humberto Martínez.
Las recientes declaraciones a Noticias Uno de Luis Carlos Villegas, el ministro de Defensa, respecto a que los asesinatos de líderes sociales en Colombia se deben, entre otras razones, por “líos de faldas” son, además de indignantes, irresponsables, ya que trivializa una problemática social que solo en 2017 ha cobrado la vida de más de 100 colombianos.
Villegas reitera su falaz tesis justo cuando veinticinco líderes sociales del bajo Atrato chocoano y del Urabá antioqueño denuncian (cubriendo sus rostros con máscaras por el temor de ser identificados y asesinados) que los homicidios de sus compañeros son ordenados y financiados por poderosos empresarios opositores a los acuerdos de paz y a la restitución de tierras en sus regiones.
El ministro de Defensa banaliza adrede dichos asesinatos por razones políticas, pues así desvía la atención mediática, desvirtúa las acusaciones realizadas por los líderes e ignora hábilmente las documentadas advertencias de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados, Acnur, que en noviembre pasado evidenció un “patrón” en los asesinatos contra los líderes sociales en la región del Pacífico colombiano.
Si Villegas y el fiscal general Néstor Humberto Martínez se tomaran en serio esta problemática que nos arrebata a nuestros mejores líderes y lideresas, las investigaciones de los funcionarios a su mando demostrarían que sí hay evidencia suficiente para inferir que los homicidios sí tienen patrones en común, como los métodos sicariales usados para perpetrar los crímenes, por ejemplo.
Porque si traslapáramos en un mapa las regiones con el mayor número de hectáreas despojadas y las actividades agroindustriales e ilícitas realizadas en ellas, comprenderíamos que éstas coinciden con las zonas donde más líderes sociales han asesinado.
La tesis de Villegas es tan débil que la misma vicefiscal María Paulina Riveros admitió recientemente en audiencia ante la Corte IDH que la Fiscalía General de la Nación no tiene el personal ni las herramientas suficientes para desarrollar las investigaciones que determinen los verdaderos móviles de los asesinatos cometidos contra los líderes sociales en el país.
Lo más lamentable es que el negacionismo político de Luis Carlos Villegas es secundado por el presidente Juan Manuel Santos y por el fiscal general Néstor Humberto Martínez. Porque ser líder social no es un delito.