En Pozuelo de Alarcón, el exclusivo barrio en las afueras de Madrid, el metro cuadrado vale 2.000 Euros, unos $6.500.000. Alejado del ruido del centro de la ciudad, rodeado de campo y silencio, ha sido el lugar escogido por ex presidentes como Felipe Gonzalez, o campeones mundiales de automovilismo como Carlos Sainz. Pero tal vez los vecinos más ilustres que tengan esta localidad –en donde un apartamento cuesta en promedio 800.000 euros, unos tres mil millones de pesos, sean los jugadores del Real Madrid. En el sector de La Finca residen las estrellas Cristiano Ronaldo, el galés Gareth Bale, el costarricense Keylor Navas y el alemán Toni Kroos. Incluso allí, a 400 metros de la casa de CR7, vivió en los casi cuatro años de su estancia en Madrid, James Rodríguez. Pagaba un arriendo de 8.000 euros mensuales por una residencia de seis habitaciones, gimnasio y piscina. En el lugar también residen glorias del Atlético de Madrid como su técnico Diego Pablo Simeone o Fernando “El Niño” Torres.
Pero en La Finca no sólo viven ex presidentes o estrellas del deporte. Acá también residía, en un lujoso apartamento de seiscientos metros cuadrados en la calle Esteban Palacio, José Ricardo Rojas, conocido en los bajos fondos con el alias de Richi, nacido en Zarzal, Valle del Cauca, pero con pasaporte español, miembro de la banda Los Miami, desmantelada en el 2011 y al parecer uno de los hombres de confianza del Loco Barrera. Rojas, quien sabía que sobre él pesaba una sentencia de muerte por parte de sus socios, creía que al pasarse a La Finca iba a estar más seguro. La propiedad tenía toda clase de lujos: desde un salón comedor con chimenea, una amplia cocina, tres dormitorios con baños completos, hasta salida directa a un extenso jardín con piscina independiente y barbacoa, además de una suite con baño y jacuzzi, vestidor independiente y despacho en la planta superior. Lo que ignoraba el capo es que desde que llegó a este lugar, en diciembre del 2017, era milimétricamente seguido por los sicarios que terminaron arrancándole la vida con disparos de fusil
Los vecinos de Pozuelo de Alarcón se acostumbraron a verlo entrar a la iglesia cristiana del barrio junto a su espectacular esposa, una exreina de belleza colombiana con la que se había casado en septiembre del 2016. La pareja figuraba como dueños de compañías de limpieza, a la finca raíz y al mantenimiento de aviones con lo que justificaban su extraordinario tren de vida que consistía en continuos viajes en velero, paseos por toda Europa y un cupo para su hijo en el British Council, el colegio en donde, entre otros estudiantes ilustres, está el hijo de Mariano Rajoy y cuya mensualidad supera los 2.000 euros.
Justamente mientras dejaban a su hijo en el colegio, a las 9:26 de la mañana del pasado lunes 12 de marzo, dos jóvenes en una moto, ambos con casco blanco y vestidos de negro, se le acercaron al Volkswagen Polo plateado que conducía Rojas y, aprovechando el trancón que se hacía a esa hora en el British Council, le dispararon a quemarropa doce veces con un subfusil. A su lado estaba la ex reina de belleza que resultó ilesa aunque los testigos afirman que salió del auto en medio de un terrible ataque de nervios.
A Richi la policía ya le seguía los pasos. Desde principios de año se habían interceptado los teléfonos de varios miembros de su banda y se sabía que llevaba 20 años depositando en el puerto de Valencia toneladas de cocaína camuflada en barcos. Incluso se especula que la razón de su asesinato pudo haber sido la caída de un megacargamento de coca en ese puerto. Según conversaciones grabadas por el Grupo Investigativo de la Brigada de Estupefacientes de Galicia, otros mafiosos estaban solicitándole una cita para que rindiera cuentas. Por las grabaciones queda explícito que Rojas no les quería dar la cara.
En el último semestre de 2017 Rojas viajó siete veces a Colombia, a Santa Marta más explícitamente. Para la policía estos viajes tenían como único propósito sellar negocios con carteles de la droga. Richi conoció a mediados de los años noventa a Juan Carlos Peña, alias El Enano, quien era el jefe de la banda de los Miami quien fue desarticulada por Interpol en el 2011. A Rojas no lo pudieron agarrar en ese momento así que se trasteó hacia la banda de Mario Zanata, narco español que cayó en Guayaquil con un cargamento de 400 kilos de cocaína en el 2016. Desde ese momento Rojas se convirtió en un capo que se camuflaba como uno de los tantos prósperos empresarios vecinos del Pozuelo de Alarcón.
Rojas fue, además, pareja de Seanyn Ávila, una espectacular prostituta brasilera que se había convertido en una de las baronesas de la droga en la capital de España. Con la muerte del valluno se acaba el último de los sobrevivientes de los Miami, una de los carteles de droga más terroríficos de España.
En La Finca igual los vecinos están aterrados e incluso el propio Cristiano Ronaldo piensa cambiarse de casa. Teme que otros capos de la mafia colombiana se cuenten entre sus vecinos.
