Fueron 25 dias de acoso absoluto. El cerco cada vez se estrechaba más, el cerco se convirtió en un collar que lo asfixiaba. Por eso al ibaguereño Jorge Ignacio Palma no le quedó de otra que ir hasta la guardia civil de Carcagente, un municipio cercano a Valencia, España y confesarlo todo en la madrugada del 4 de diciembre. La acusación que recaía sobre él pesaba como un yunque, la acusación se confirmaba después de su terrible confesión: había descuartizado a la española Marta Calvo, y había desperdigado las distintas partes de su cuerpo en varios contenedores.
Jorge Ignacio Palma había llegado a comienzos del 2019 y tomado una casa derruida en el muncipio Manuel de Valencia, un pequeño municipio conformado por 2.500 personas. En los cerca de 12 meses que estuvo viviendo en ese lugar fue una figura enigmática para sus vecinos, apenas un saludo, una sombra que entraba y salía de la decadente casa. No se le conocía trabajo, ni siquiera sabían cómo se llamaba. No sabían su verdad.
Y la verdad sobre Palma era su impresionante capacidad para correr maratones. La más larga la había corrido en noviembre del 2017 en donde gastó 4 horas para cubrir una distancia de 30 kilómetros. Las maratones no eran su única pasión, también le gustaban las competencias de motocicletas de alto cilindraje. Pero no vivía de eso. Jorge Palma era el hombre de confianza de un clan de narcos asentado en Levante. En el 2008, mientras entregaba un cargamento de droga en Brescia, fue detenido por la policía italiana. Pagó tres años de cárcel. Después de pagar su pena se refugió en pequeñas ciudades españolas. A Marta Calvo la conoció en una cita por tinder pero ella no sería la única mujer que habría matado.
La policía española tiene a Palma como el primer sospechoso de la muerte de una prostituta a la que no se le ve desde abril de este año cuando estaba junto al colombiano en el barrio Ruzafa en Valencia. La muerte de la mujer se dio por una sobredosis de cocaína. Ambos consumían droga cuando la prostituta sufrió un colapso y él la abandonó en el lugar hasta que murió. La mujer fue encontrada por sus compañeras.
La vieja casa donde vivía cerca a Valencia fue puesta patas arriba por los investigadores españoles. Buscaban muestras de ADN, restos de sangre o pruebas biológicas de la víctima, para eso buscaron incluso en las tuberías de la casa, en lavamanos pero lo único que encontraron fue ropa que pertenecía a Marta Calvo. Por ahora la policía sigue buscando palmo a palmo los lugares que indicó el descuartizador de donde podrían estar los restos de Calvo. Hasta el momento no se ha encontrado nada. Todo España está pendiente.