Daniel Baremboim es el primer ciudadano del mundo en obtener la nacionalidad palestina e israelí. Era 11 de enero de 2008 cuando el músico de 73 años, nacido en Buenos Aires, le dijo sí a la ciudadanía palestina, luego de ofrecer un concierto de piano en la ciudad de Ramala. Baremboim, quien a sus diez años emigró a Israel junto a sus padres, afirmó al día siguiente que aceptaba el pasaporte palestino-- ofrecido en 2007 por el Gobierno de ese país-- porque creía que “los destinos del pueblo israelí y del pueblo palestino están inextricablemente unidos (…) El hecho de que a un ciudadano israelí le concedan un pasaporte palestino puede ser una señal de que realmente es posible vivir juntos”.
Desde sus 12 años, Baremboim viajó por toda Europa para formarse como Pianista, Compositor y Director de Orquesta. Recibió instrucciones de músicos aclamados como Igor Markevich, Wilhelm Furtwängler, Arthur Rubinstein y Leopold Stokowski, para luego participar y dirigir las Filarmónicas de Berlín y Munich, la Sinfónica de Chicago, entre otras, y viajar por el mundo durante 49 años. Con su experiencia y raíces hebreas – su padre era judío—Baremboim se interesó en otro tema que lo involucraba a él y a más de 12 millones de personas: la disputa territorial entre Palestina e Israel. Fue así como en 1999, junto al escritor palestino Edward Said, organizó una fundación para crear una orquesta de jóvenes músicos palestinos e israelíes. Se llamaría la West-Eastern Divan Orchesta.
Árabes y Judíos que solo habían interactuado entre sí en un marco de guerra, se encontraron viviendo y trabajando juntos como seres iguales. Mientras se escuchaban el uno al otro durante los ensayos y discusiones, atravesaron profundas divisiones políticas e ideológicas. Aunque este experimento de convivencia fue inicialmente concebido como un evento de una sola vez, se convirtió rápidamente en una legendaria orquesta.
En 2005, la West-Eastern Divan se presentó en Ramala, lo que marcó el primer evento de la orquesta en zona roja. Para muchos palestinos asistentes, era la primera vez que se encontraban con israelíes en un ambiente que no fuera el de las explosiones, las balas y las disputas, como mencionan en su página web. Inclusive una niña de aquella capital le dijo a Barenboim: “Eres la primera cosa de Israel que veo que no es soldado o un tanque".