He venido creciendo en un mundo donde naturalmente todos tenemos puntos de vistas diferentes ante cualquier cosa que sucede, quizás, somos el producto de un conjunto de experiencias que vivimos día tras día que nos van encaminando a tomar futuras decisiones para encaminar nuestras vidas a ciertos objetivos que creemos que nos harán la vida mejor o mas fácil.
Después muchas discusiones familiares y tras vivir en una sociedad fuertemente conservadora pero también bastante liberal cuando de conveniencia se trata, me encuentro seguro que el actuar correctamente es el resultado de un simple pensar en el resultado de nuestras acciones en la preocupación de ello, que en un principio nos resultara que no hará un mayor daño pero finalmente la sumatoria y combinación de las diferentes actividades en contra del planeta algún día nos lo cobraran.
Cuando me interese por libros de ciencia y ver el mundo desde una perspectiva mas física y real, empecé a comprender el maravilloso entorno que vivimos, quizás fue el salto mas importante que me permitió comprender un entorno de millones de años de evolución y ante el cual concebimos el infortunio de ser capaz de ignorarlo en un principio para después ser las criaturas mas atroces e ignorantes y proceder a contaminarlo, explotarlo y posteriormente destruirlo. Con lo anterior, en algún momento se nos vendió la idea que al final de los días el mundo terminaría por acabarse a lo cual nace el siguiente interrogante: en verdad se va acabar?
Si tomamos las teorías mas importantes de la evolución que nos presenta la física, encontramos que si bien la especie humana cuenta con unos cuantos miles de años y que de cierta forma nos parece mucho tiempo, lo curioso es que en perspectiva los acontecimientos cósmicos datan de miles de millones de años antes de la forma mas simple de vida a lo que brinda las primeras respuestas a la anterior pregunta, en realidad el mundo se va acabar? O quizás es la vida la que esta en un claro riesgo de extinción.
Lo anterior surge tras diferentes sentimientos de impotencia al ver la incapacidad de razonar por parte de miles de personas que atienden el día a día en búsqueda de lucro o goce sin medir las consecuencias de lo que esto pueda significar. En un principio, el sentir todo tipo de atropellos contra la vida en todas sus formas, fue el tormento al conocer la incapacidad de pensar y sentir por parte de personas con los que tenemos la desdicha de compartir este mundo que en ocasiones es grande cuando de distancias se trata, pero pequeño cuando de espacios de calidad, naturales, vitales y saludables hablamos.
Cuando alguien hace el mal, finalmente no esta atentando contra el universo en su grande magnitud como, sol, planetas, galaxias, etc. O no va a extinguir el planeta tierra como tal. Cuando alguien hace el mal esta atentando directamente contra nosotros como vida que tenemos o poseemos y finalmente somos quienes vamos a sufrir las consecuencias de aquellos actos a los que muchos son indiferentes.
El planeta tierra es como una gran casa en la que todos vivimos, compartimos y por lo tanto debemos cuidar si queremos conservar la vida. Tenemos en nuestras manos el producto de millones de años de evolución que hoy parece no importarnos o de lo que se puede estar seguro, millones desconocen. Vivir el hoy y el no importarnos el futuro se ha convertido en la mas letal arma que terminara por extinguirnos.