Uno de los eventos importantes para el arte colombiano, es la participación de José Antonio Suárez en el corazón de la Bienal de Venecia, invitado por el curador Maximiliano Gioni. La selección de nuestro artista antioqueño muestra la universalidad de su obra.
José Antonio Suárez Londoño exhibe la obra Franz Kafka, Diarios II, un conjunto de 365 dibujos, que hace parte de un proyecto iniciado por el artista hace más de una década. Su punto de partida son dos premisas: seleccionar un grupo de libros para leer a lo largo de un año y realizar un dibujo diario a partir cada obra literaria. De esta forma, los dibujos que se expondrán en la bienal de Venecia corresponden al resultado de la lectura de diarios escritos por Kafka, durante el período comprendido entre 1910 y 1923.
La obra de José Antonio Suárez tiene muchas correlaciones en esta serie: la vida misma, su convivencia con la literatura y el compromiso con un mundo, que tiene la bella monotonía de lo clásico. Como siempre lo ha realizado, lleva en el bolsillo sus pequeños dibujos que son parte de un diario. Es su manera de entrever el mundo, su forma de conservar las cosas dentro de un dibujo nítido, clásico, realista, sombrío, severo y con un estricto sentido del dibujo académico. Lo más lejano al arte contemporáneo tiene un espacio en la Bienal.
En verdad es un ser excepcional. José Antonio Suárez no tiene interés en el éxito. Solo le importa hacer sus anotaciones de vivencias de sus mundos, dentro de las cuales las lecturas son el tema de la exposición y que traen a su mundo fábulas dispersas que él une con enorme armonía. Sus pequeñas obras que por su tamaño son íntimas, obligan al espectador a acercarse a su mundo privado de comentarios personales.
La obra estará en El palacio enciclopédico, título elegido por Gioni para el pabellón central, que evoca la propuesta del artista Marino Auriti, quien en 1955 presentó en Estados Unidos su diseño para un Palazzo Enciclopedico, un museo de 136 pisos que reuniera todo el conocimiento de la humanidad. Aunque nunca se realizó, la idea de agrupar propuestas y conocimientos alrededor de un sistema incluyente y variado, es retomada por el curador para esta edición del evento.
En la Galería Casas Riegner se muestra el otro lado de la historia. La contemporaneidad confusa para la elite que, de pronto, cae en la trampa de una bella curiosidad o le apuesta a las nuevas expresiones, con o sin futuro, porque todo lo contemporáneo está impregnado del mismo sentimiento.
María Fernanda Plata es una mexicana de 31 años que tiene como mundo central el manejo del cuerpo y la danza Butho como referente. Ella crea en acero, recorridos algo laberinticos que nos dan la pauta de un recorrido, donde ha colocado unos dibujos malos que muestran una baja calidad artística. Con esta misma calidad, reinterpreta una línea con hilo azul o presenta tres videos dispersos de sus amigos haciendo maromas.
La colombiana Rita Ponce de León hace menos esfuerzo porque la vida privada la lleva el título: Días enteros con los ojos cerrados. Su trabajo tiene el componente de manejar muchas técnicas manipuladas hábilmente. Su registro fotográfico tiene como idea la exploración de la deconstrucción arquitectónica de la Bogotá. De ahí, parte una serie de técnicas donde resulta el corte de una imagen de papel de colgadura amarrado a la imagen de una foto, que plasma en el mismo y su dibujos son cortes a la forma arquitectónica.