El 31 de mayo a las 6:10 de la tarde un guardia identificado como Antonio Asprilla Castro, perteneciente a la empresa Seguridad Central Limitada, trabajaba en el equipo de seguridad del piso seis al nueve de la Corte Suprema de Justicia fue hallado muerto en el baño del noveno piso. Su cuerpo no tenía signos de violencia y su arma se encontraba guardada sin municiones por lo que se descartó que se tratara de un suicido.
William Mulford, director administrativo del Centro de Administración del Palacio de Justicia, declaró “se encontró tirado en el piso, acostado boca arriba en un plano paralelo al suelo entre el orinal y el inodoro”. Aunque se informó de inmediato sobre los hechos, el cuerpo estuvo tendido en el piso del baño hasta las 9:00 de la noche y se hizo el levantamiento final a la media noche.
Medicina Legal no ha dictaminado las causas de la muerte pero se presume que se trata de un infarto. Una fuente cercana declaró que las autoridades competentes habían hecho todo lo posible para que la opinión pública no se enterará de lo sucedido.