El 27 de agosto de este año, apareció muerto un mejicano en la habitación 22 del Club el Nogal. Eso es cierto, todos los socios del club lo supimos, se nos informó a través de un anuncio en la revista del Club, el resto, lo que salió ayer domingo publicado en el Tiempo, es completamente falso.
Vamos por partes. Porque esta culebra hay que cojerla por la cola, los medios pican y muchas veces el veneno de la desinformación se nos sube bien rápido a la cabeza.
Yo se lo advertí a todos, Jairo Rubio Escobar el ex superintendente de industria y comercio y Pedran Faniam su suplente en la junta directiva, iban a emplear las mismas tácticas bélicas, las ráfagas de mentiras que emplearon con el expresidente del club Julio César Ortiz, ahora en contra de Santiago Perdomo, presidente de Colpatria, quien tomó el puesto del doctor Ortiz en la junta y que le vuelve a tocar lidiar con este par nerones incendiarios.
Me los imagino a ambos sentados con el periodista, cantándole al oído una versión de los hechos totalmente tergiversada. Muy seguramente el exsuperintendente Jairo Rubio no le contó al Tiempo que el odio visceral que le tiene al nuevo presidente, se debe a que siendo Perdomo un tipo riguroso e intachable, no aprobó el hecho que Rubio se hubiera hecho nombrar en la junta sin tener la aprobación de la empresa propietaria de la acción que lo tenía como beneficiario, pero además, lo que más los puso en contrapunteo, fue que al recibir Perdomo el puesto, se haya venido a enterar que Jairo Rubio, siendo superintendente de industria y comercio, obraba a la vez como contratista de una empresa que lo presentó y lo mantuvo en el club, durante todo su periodo como superintendente, con el cargo de asesor legal. Lo más grave para Rubio (al fin y al cabo la empresa no está sujeta a impedimentos), es que dicha compañía le pagaba al club la cuenta de sus consumos. Ni Rubio podía ser Asesor Legal de ninguna empresa siendo Superintendente, ni mucho menos podía estar recibiendo dádivas, como el baño turco de cada día, ni el churrasco del almuerzo, ni la ginebra de media tarde.
Por su parte Pedram Fanian, estaba hambriento porque contrataran una empresa de seguridad que al club le iba a costar solamente un par de cientos de millones de pesos más que otra, que además de ofrecer mejor servicio era mucho menos cara. El presidente Perdomo y Bernardo Henao Jaramillo, un abogado de esos bien tesos, íntegro y brillante, se dieron cuenta del afán de Pedram por ese contrato, que prácticamente estaba elegido a dedo y le hicieron ver al resto de la junta, el billete que estaba en juego. Perdomo y Henao lograron que se eligiera la propuesta más barata y claro, Pedram terminó muerto de la piedra, achicharrado de furia con quienes le pusieron su tatequieto.
...Y sucedió lo del mejicano. Encontraron el cadáver de un mejicano en la habitación 22 del Club el Nogal, y Fanian y Rubio pensaron que empelota se les había aparecido la Virgen.
Empezaron regando el rumor de que al mejicano lo habían matado los gases de la caldera. Después dijeron que Perdomo y la junta querían esconder el hecho, que la junta entera del Club el Nogal se estaba poniendo de acuerdo para alterar las actas, se llegó a cotorrear que había olor a Gas por todo lado durante meses, que a Perdomo le habían informado del tema hacía tiempo, se llegó incluso a hablar de un Mail inexistente del gerente notificándole al presidente de una fuga de gas.
Tanto chisme de pasillo, tanta palabra mentirosa cortada con el filo de las tijeras de la peluquería en el vestier femenino, tanta verborrea excremental, terminó llegando a las fauces de uno de esos periodistas voraces.
Todo esto es mentira. Lo digo con pleno conocimiento de causa. Yo mismo llegué a calentarme, inclusive le envié un par de cartas con una retahíla de preguntas a la junta, le pedí explicaciones al gerente, me metí en el cuarto donde había muerto el mejicano. Y lo que pude corroborar fue que el mejicano pudo haber fallecido por miles de causas que aún no se han determinado, que incluso, si esa noche llegó a haber una fuga en la caldera, todo terminaba siendo un mero accidente industrial, como ha pasado en miles de corporaciones. ¿Será que en ninguna cadena hotelera, se ha muerto nunca alguien con un camarón picho? Aún no se sabe qué fue lo que pasó, pero lo cierto es que el presidente del club y los demás miembros de junta, no pudieron obrar mejor.
Nada de lo que dice el artículo del Tiempo es cierto. Perdomo le informó de primera mano a la junta lo que sabía. Qué habían encontrado un muerto en el hotel del club. No podía decirles nada más. Yo mismo pude corroborar con medicina legal que la primera necropsia arrojó un resultado incierto, que no hablaba de gases por ningún lado. ¿Qué más podía decirles Perdomo? ¿Querían acaso que Perdomo saliera con megáfono en mano y nariz de payaso, a contarle al mundo entero la tragedia?
Es mentira que Perdomo llegó con abogado y asesor de medios contratado para manejar el tema. Estas contrataciones se hicieron después, no tanto por la muerte del mejicano, sino por el bafo mentiroso de este par de personajes, quienes lo único que estaban buscando era quitarse de encima un presidente honesto que no los dejó hacer pilatunas. Es falso que las actas de junta se hayan alterado para encubrir el fallecimiento, esta mentira se la inventó Pedram Fanian, precisamente porque hacía poco le había llegado la contestación, por parte de la junta, a uno de sus mails en el que seguía chillando porque no le habían dado ese contratito de miles de millones de pesos, a la empresa de seguridad que estaba palanqueando. Pero lo más falso de todo, el colmo de la bellaquería, vienen siendo esas palabras de aquella carta de renuncia a la junta directiva del club, que Rubio, el ex superintendente de Uribe, y Fanian, este Iraní que ahora quiere volver estallar una granada mediática cocida con esquirlas de mentiras, le dieron a conocer al diario el tiempo y cuyo aparte el periódico hace público.
Renuncian según lo que dice su carta, por que tenían "una visión diferente en el manejo cuestionable que se le ha dado al insuceso de la muerte de un huésped del club" ... y eso no es cierto. Lo que sucedió con el mejicano dista mucho de ser la motivación veraz de su salida. Renunciaron ambos porqué sino les hubiera tocado salir con el rabo entre las piernas. Renunciaron ambos sencillamente porque sabían lo que se les venía, no por nada días después, un juzgado, el 27 civil del circuito, al tanto de uno de los torcidos de Rubio, revocó el acto de nombramiento de este superintendente, es decir ordenó sacarlo de la junta directiva del Club el Nogal de forma inmediata.
¿Que tal las joyitas?...