El mono Palacios no la lleva bien con las mujeres. Es mono, lo cual quiere decir rubio, en Colombia a los rubios les dicen monos; y a las rubias monas, y si son muy rubias, polaquitas. De chiquito tenía el pelo amarillo y se quedó de por vida con el apodo de mono, a pesar de que hoy es pelinegro. Tiene la nariz paradita, la boca menuda y no es ni alto ni bajo, normalito de estatura. Pero, a pesar de todo y como decimos en la pandilla, no levanta ni una rosca, se la pasa dando lora con que hoy si conquista niña, diciendo y diciendo que hoy va a ligar, que consigue muchacha, que hoy se ennovia y si tiene suerte, además premia. Conocemos al mono Palacios de toda la vida, lo conocemos de chiquitico, de cuando era mono, y solo es un ligón sin suerte, no le hemos visto ni olido una sola enamorada, y él déle que déle echándose perfume en la cara a la vez que dice por si me besa, en el cuello aclarando por si me abraza y allá abajo sentenciando por si las moscas, siempre carga tres preservativos en su billetera y dice a quien le llega a preguntar por su mala suerte en los amores, robándose un proverbio indio, que para caer, antes siempre hay que estar de pie.
El mono no levanta mona
"El mono Palacios no la lleva bien con las mujeres. Es mono, lo cual quiere decir rubio, en Colombia a los rubios les dicen monos; y a las rubias monas, y si son muy rubias, polaquitas", microcuento de Manuel Mejía G.