El año pasado, el gobierno ya había dado un paso en firme para vender su participación, al conseguir la aprobación de una capitalización a la empresa por parte del Congreso, con los recursos necesarios tanto para garantizar el pago de las pensiones de los casi 16.000 ex trabajadores de Telecom, como para cumplir con su parte en el fallo sobre reversión de equipos que afectó tanto a Movistar como a Claro. Con la empresa libre de compromisos financieros, el Ministro Cárdenas espera vender la participación por un valor superior a $ 2.5 billones, con lo cual busca reducir el déficit fiscal y mejorar las proyecciones para el 2019 ante las agencias calificadoras.
Los $ 4,4 billones para el pago de los pasivos pensionales, donde Telefónica aportará $ 3,2 billones y el gobierno $ 1,2 billones será administrados por el Ministerio de Hacienda en un cuenta única, de acuerdo a la autorización del Congreso de la República. Dineros que deberán ser presupuestados, pero que representan para el Estado un desembolso programado a varios años. El pago de $ 1,6 billones para la reversión de Equipos, en realidad le representan al gobierno mover el dinero de un bolsillo a otro. Este dinero corresponde al fallo del Tribunal de Arbitramiento convocado por el gobierno y con aceptación de ambas compañías, para finalizar la guerra jurídica de más de 20 años sobre la aplicabilidad de la claúsula de reversión de equipos, que determinó que las empresas deberían pagar 4.7 billones de pesos al Estado. Valor correspondiente al avaluó de los bienes objeto de la reversión. El Ministro Cárdenas se dio la pela para sanear Movistar y lograr un mejor precio por la participación.
