El campo está en el corazón de la propuesta de gobierno de Gustavo Petro, pero después de 16 meses, y dos ministras, el sector no logra despegar y la expectativa en el mundo rural donde hay 600 pequeños municipios con menos de 20 mil habitantes que esperan recursos para poner a producir sus parcelas.
La compra de tierras y su reparto ha sido más un asunto de titulares y dentro del propio gobierno hay tal guerra de cifras que no se conoce la realidad de la que sería la principal política del gobierno. Más que una compra masiva de tierras, se ha continuado con la titulación de predios como lo han ido haciendo gobiernos desde hace más de una década y la mayoría de tierras que se han entregado a campesinos provienen de las haciendas incautadas a narcotraficantes y que estaban en poder de la SAE –la Sociedad de activos especiales-.
La queja generalizada de los nuevos propietarios es la de no contar con recursos en especie y en dinero para ponerlas a producir.
La debilidad institucional del sector sigue siendo un tema crítico, así como una inestabilidad de los funcionarios que se nombran, pero la falta de políticas consistentes sigue siendo el principal problema tal como se explica en esta conversación del experto Indalecio Dangond con Juan Manuel Ospina.
Juan Manuel Ospina: Aquí de nuevo con Indalecio Dagond, a aprovechar su conocimiento sobre la agricultura en el país; el seguimiento que le hace, los datos que maneja y el interés porque algún día haya una política agrícola que ponga a Colombia a andar.
Y para completar la situación agravada aún más por el cambio climático porque si hay un sector afectado es la agricultura. Estamos en plena crisis y a sabiendas de que el cambio climático llegó para quedarse. ¿Qué estamos haciendo –no hablando- haciendo para enfrentarlo y proteger el agua?
Indalecio Dangond: Juan Manuel gracias nuevamente por la invitación a este importante programa tuyo que se conversa muy rico. Pero si muy preocupante, porque es que esto es repetitivo. Y seguimos sin una política de estado. A largo plazo. No vemos planeación por parte de los gobiernos de turno para poder atender estos cambios bruscos del clima que además nos avisa.
Desde el año pasado estaba la advertencia: de diciembre a marzo la temperatura estará elevada. Calor y viento y eso va afectar la productividad. Y no nos movimos. Pensé que el gobierno iba a direccionar el presupuesto a la construcción de presas, de canales de riego, para ayudar a los pequeños y a los medianos productores. Hacer una inversión con incentivo en pozos profundos, en bombas sumergibles en paneles solares. Tanto para hacer. Pero que va.
JMO. Y es, no es un riesgo de mañana, es ya un riesgo de hoy. Y pues, una frase muy, muy ordinaria, muy bien, y nos cogió con los calzones abajo, por supuesto, seguimos sin tomar conciencia y sin una política. Hay recursos, pero no hay política y mucho menos para la comercialización de los productos que sigue siendo el gran cuello de botella. Una lástima haber acabado del Idema, supuestamente por la corrupción que lo rondaba---
ID: Sí. Me llamó hace poco un empresario amigo alarmado con la existencia de 24.000 toneladas de maíz almacenadas para tratar de ganar algo con el precio porque cuando sembraron el año pasado calcularon a $1,600,000 la tonelada, pero cuando fueron a cosechar había caído a $ 1,000,100. Eso, por supuesto, no le daba a punto de equilibrio. Se repitió el tema con la yuca; cuando la sembraron abril del año pasado para venderle en diciembre y enero calcularon precio de venta a $900,000 y la están comprando en finca a $ 450 mil.
Yo pensaba ¿Por qué no hay un instrumento como el Idema? Aquí no se instituyó un instrumento de cobertura de riesgo para proteger al agricultor que cuando siembra para producir alimentos, debe asumir seis o siete riesgos.
JMO: Una lista que le hace dar miedo a cualquiera
ID: No exagero. Riesgo fitosanitario porque las plagas están pendientes ahí de atacarte cultivo; riesgo del robo; el riesgo del transporte por las malas vías terciarias; riesgo de la volatilidad de los precios de mercado y del dólar; el riesgo político –cambian las reglas todo el tiempo-. No hay ninguna cobertura de precios y de riesgos que no solamente protegen la renta de los productores del campo, sino que protegen a la banca de los créditos de las carteras vencidas.
JMO: Pero está el prejuicio de creer esto es para proteger a los grandes agricultora costa de los demás.
ID: Cuando llega el problema es lo mismo si la fina es de un mediano, un pequeño o un grande. No olvidemos que estamos cultivando alrededor de 8,000,000 de hectáreas anuales de las cuales solo 800 mil tienen riego; el resto está en manos de San Isidro.
JMO: Muy grave; una ruleta que compromete los recursos del productor y compromete el abastecimiento alimentario de todos.
ID: Como gobierno, si no están los recursos para hacer esas grandes inversiones en distritos de riego, por lo menos dele un incentivo a los productores para que lo hagan ellos en su finca. Y lo segundo, comencemos a trabajar sobre la unificación agrícola teniendo en cuenta al tomar la decisión de sembrar, los tres factores que no se pueden modificar: humedad relativa, luminosidad y temperatura. Y el gobierno allí puede intervenir.
JMO: Orientar para que se garantice la producción y direccionar los préstamos en función de esos factores para que no se pierda la plata.
ID: Yo no he entendido por qué el ministerio de agricultura no direcciona la soya y el maíz, por ejemplo, al norte del valle del cauca; al Tolima y sur del César. Ahí donde se dan las condiciones agro ecológicas para tener más de ocho toneladas por hectárea. En la altillanura están cogiendo más de nueve toneladas por hectárea en maíz amarillo y en maíz blanco. (…)
JMO: Volvemos al comienzo. Se trata de construir una política integral. No es solamente y un problema de tierra. Se requiere del crédito. Tecnología. Mercado. Infraestructura de agua de riego; hay que verlo en su conjunto.
ID: La tierra percé no sirve.
JMO: La tierra sola sirve para que se la coman las lombrices.
ID: Urge en Colombia una política de estado. Óyeme bien, en transferencia de conocimientos, de paquetes tecnológicos; créditos a 12 años, compra de maquinaria …y voy a decir algo que no se si lo compartes: hay que abrirle la puerta a la puerta a la importación de semilla porque yo veo algo. Se meten en investigaciones propias, pasan 8 años y cuando hay alguno resultado ya hay tres semillas nuevas en el mundo que rinden el doble. Abrirle la puerta a la biotecnología.
JMO: Volvamos al tema del Fenómeno del niño
ID: Esta vez tiene que hacer tomar conciencia; al gobierno, a los dirigentes gremiales y construir políticas a para poder contrarrestar los riesgos a largo plazo.
JMO: Por el cambio climático se va a profundizar y sus efectos en la agricultura también. Y los gremios ausentes. Conozco el mundo gremial, porque estuve allí; no suenan para nada.
ID: Eso se volvió una burocracia horrible. Desconectados de la realidad. Se dedicaron a administrar los fondos parafiscales y a nada más. Mientras los gremios están ricos, los productores están pobres. Los gremios nacieron para defender los intereses de sus afiliados, a sus productores y no lo están haciendo-
JMO: Y para construir un diálogo entre la política pública, los productores y el Estado. Y ese puente está quebrado, está roto. Y el tiempo se nos agotó, pero no el tema que es crucial: tiene que ver con la paz; con el cambio climático; con la comida; con la inflación. Y no puede seguir siendo solo discurso.
ID: El mensaje que yo quiero dejar de esta conversación es que el gobierno tiene que concentrarse en construir unos instrumentos que protejan a los productores del campo.
Trabajar al cielo abierto con todos estos riesgos no es fácil. Y aquí necesitamos en estos momentos, ser productivo y tener la oferta de alimento para 52,000,000 de colombianos.
Aquí la conversación completa:
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